Romper fuente

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Dégel permanecía en su pequeño estudio para terminar de hacer la videollamada correspondiente a su trabajo mientras que Camus de encontraba en la habitación descansando.

Estaba demasiado aburrido, por más que intentaba cambiar los canales de la televisión buscando algún programa que fuera de su interés no había alguno que le llamara la atención.

Se sentía como una carga más, Mystoria no le permitía hacer esfuerzo y ahora solo se la vivía en su recámara siendo atendido por Dégel y Mystoria.

El aroma proveniente de la cocina hizo que se levantara de su cama, con mucho esfuerzo encontró sus pantuflas ya que su enorme vientre no le permitía poder agacharse de más, con pasos lentos bajó a la cocina para encontrarse con Mystoria quien terminaba de hornear unas galletas.

- Camus cariño ¿Que haces? Deberías estar descansando.

- Lo siento mamá pero estar encerrado me aburre.

Mystoria tomó de la charola que descansaba sobre la mesa una de las galletas que ya había horneado con anterioridad, se la entregó a su querido Camus.

- Son tus favoritas con chispas de chocolate.

- Gracias - Le respondió justo al momento de sentir unas manos colocarse sobre su cintura.

- Mon amour ¿Que haces aquí? Te dejé descansando en la habitación.

Dégel tomó a su pareja de las manos y le dió una vuelta para poder abrazarlo aunque su vientre estuviera enorme no era impedimento para seguir mimando a su pareja.

- Parece que los dos se ponen de acuerdo para que no me dejen salir de mi habitación - Se quejó mientras se llevaba la galleta a su boca.

- Camus, tu padre mañana viene para acá para ver qué realmente Dégel te està cuidando, así que lo mejor será que sigas descansando para evitar un regaño de tu padre... Sabes cómo se pone y más tratándose de tu salud y de los bebés - Agregó Mystoria al verlos abrazados.

- Y los míos vienen el fin de semana para ver qué todo está en orden y tambien para cuidarte Mon amour.

Camus estuvo por responderles a los dos sin embargo cuando terminó de comer la galleta un dolor proveniente de su vientre comenzó a presentarse más constante.

- ¡Dégel!

De inmediato su pareja reaccionó tomándolo de la cintura para guiarlo a una de las sillas que tenía a su lado.

- Camus, hay que ir al hospital.

El dolor se volvía cada vez más fuerte, Camus dejó escapar un grito y este fue acompañado de un líquido transparente que terminó empapando el pantalón que llevaba puesto.

- Dégel llévalo al hospital - Pidió encarecidamente Mystoria al ver que su hijo estaba a punto de entrar a labor de parto.

Para Dégel todo esta situación era nuevo para él, se quedó por unos momentos sin poder responder palabra alguna no sabía que hacer, entre la situación de mirar a Camus gritar de dolor constante y ese líquido bajar por sus piernas le causaba impacto

- ¡Dégel reacciona! - El grito de Mystoria hizo que volviera a la realidad - ¡Lleva a a Camus al hospital!

- Lo siento yo...

- Se que esto es nuevo para ustedes, ten por seguro que no los vamos a dejar solos pero es mejor que de una vez te lleves a mi hijo al hospital, tus pequeños están por nacer.

Mystoria le ayudó a Dégel a llevarse a Camus hasta el auto, aunque se sentía aún nervioso era momento de tomar la situación con seriedad.

En uno de los muebles que tenía en la sala guardaba una pequeña alcancía donde dejaba parte de sus ahorros para este momento.

- Cuídalos mucho - Le pidió encarecidamente Mystoria a Dégel cuando se subieron al auto para llegar al hospital lo más pronto posible.

- Por favor resiste Mon amour, llegaremos al hospital lo más pronto posible.

Dégel besó la frente de su amado Camus y encendió el auto para llegar rápidamente antes de que sus pequeños gemelos le dieran una tremenda sorpresa en el auto.

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Cuidaré de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora