Cap.33 Amor de madre.

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Izuku había llegado mal a su casa, Inko no estaba así que se echó a llorar todo el día.

De pronto tocaban la puerta de su casa, fue a atender y vio a Bakugou.

Bakugou: ¿Porque tambaleabas? Te vi desde la ventana. Me preocupe.

Vio los ojos de Izuku y se adentró en la casa.

Bakugou: ¿Te hicieron daño? ¿Quien fue?
Izuku: Se terminó...

Izuku temblaba no podía parar de llorar, entonces Bakugou se puso también sensible, era raro ver a Izuku con ese tipo de llanto.

El joven si lloraba, tenía la fama de ser sensible pero esto era mucho.

Lo abrazo intentando hacer de que se compusiera, mandándole mensaje a Shoto y contándole todo.

Pero lastimosamente Shoto hoy tenía que ir a ver a su madre y tenía el celular apagado.

No le diría a los demás porque en su estado no sería capaz de aguantar a los otros con sus palabras.

Quería contener a Izuku cómo fuese.
Lastimosamente el joven tampoco era muy de piel con sus amigos.

Bakugou: Ven, toma agua. Entiendo que esto te afecte demasiado, pero si el viejo quiso perderte allá él. No quiero verte así todos los días.
Izuku: Y-Yo... Yo... lo amo.
Bakugou: Pero si te terminan no tienes nada que hacer, no es como si tuvieras que rogar por estar con él. No puedes humillarte de esa forma. Recuérdalo y si te veo rogándole en la U.A, te partiré la madre.
Izuku: ¿Por qué me dices esas cosas? No me siento bien y me haces sentir peor.
Bakugou: Ven aquí llorón, perdón no soy tan blandito como tú ni los demás, pero hago lo que puedo.
Izuku: Aún así gracias... quiero irme a dormir.
Bakugou: Cualquier cosa me llamas, avísales a tus amigos cuando estés en la U.A, ahora estás muy mal.

Se terminó yendo, Izuku había quedado tomando agua, se mandaba litros enteros, pero aún así podía jurar que las lágrimas no dejarían de cesar.

En un momento de su llanterío sintió que la puerta de la casa se abría, era Inko que había llegado.

Llego con cosas para el hogar. Izuku tuvo que salir de su habitación.

Se sentaron en la mesa, hubo un gran silencio, Inko intuyo que algo malo le había pasado a su pequeño. Comenzó a tomar su mano, al ver que Izuku no la miraba a los ojos, se preocupó mucho más.

Inko: Soy tu madre y se qué algo no está bien. Ya sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.
Izuku: Es algo complicado mamá. Digo es complicado porque ni tú ni nadie puede solucionarlo.
Inko: ¿Estas embarazado?
Izuku: ¡No!
Inko: Ah menos mal, bueno entonces ¿que es?
Izuku: Es complicado porque se trata de amor.
Inko: ¿Te rechazaron o algo así?
Izuku: Algo así...
Inko: Entiendo que ya estás más grande y que te da vergüenza contarme ciertas cosas, pero por lo mismo tienes que tenerme confianza, no te juzgaré porque yo hice muchas cosas malas a tu edad, digo después de todo tan santa no fui.
Izuku: Siento que me usaron...
Inko: ¿No abusaron de ti bebé? ¡dime quien fue el desgraciado!
Izuku: ¡Mamá no te exaltes! No fue nada de eso. Yo siempre di mi consentimiento.
Inko: Ya veo, al fin podemos hablar de cosas así... mis consejos sirvieron al menos ya que no estas embarazado. ¿Por qué sientes que te usaron?
Izuku: Teníamos una relación, perdón por no contarte de aquello, era complicado.
Inko: Ya veo, tranquilo este es nuestro momento de confianza.
Izuku: Y siento que me utilizo ya que me dejo como si nada.

Inko vio cómo Izuku comenzaba a llorar desconsoladamente, se levantó y comenzó a abrazarlo con fuerza.

Inko: Tranquilo bebé, aún eres muy jovencito, un jovencito hermoso y más gente puede quererte. No será la última persona. Te lo asegura tu mamá.
Izuku: ¿Por qué papá tiene que ver en todo lo malo?
Inko: Yo ame mucho a tu papá, pero tienes razón. Quizá eso influyó en el tema de mi vida amorosa. Izuku yo cometí varios errores, pero tú nunca serás parte de ellos. Eres el hombre de mi vida, perdón por traerte a la vida tan joven.
Izuku: No te echo la culpa a ti, eres mi madre, la mejor.

Él jefe de mamá. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora