Él jefe de mamá.

Cap.4 El destino.

Inko seguía buscando trabajo, por otra parte Toshinori trabajadores de confianza, ya le había pasado que muchas veces la mayoría intentaba robarse el dinero.

Yagi se acordó de Inko, decidió ir a visitarla. Quería saber cómo era su vida ahora.

Fue sin avisar y se encontró a la mujer.

Estaba haciendo un trabajo de regar césped.
Izuku la estaba ayudando, quedando todo mojado el chico sonreía.

Toshinori los observo, aunque más a Izuku, le llamaba la atención que él muchacho fuese más bello que su madre.

Con unas pecas en sus mejillas, cabello rizados y desordenado.
Unos labios muy bonitos.

Y sus ojos, sus ojos eran atrapantes, más que los de su madre, eran de un color más fuerte. Juraba que había visto varios diamantes en su vida de empresario, pero nunca unas esmeraldas.

Sin más fue a hablarle a Inko.

Toshinori: Valla casualidad el destino, te encuentras trabajando Inko.
Inko: ¡Toshinori! ¿Quieres sentarte a charlar?
Toshinori: Claro que si, pero vallamos a tu casa.
Inko: Oh si claro.

Fueron a la casa de la mujer, Inko estaba entusiasmada al ver a su amigo, aunque este no estaba como antes, lucia más desgastado.

Su físico había cambiado ya que obtuvo su venganza, había ido por All for one, aunque a cambio de eso, perdió la mitad de su estómago. Quedando varios años en un proceso hospitalario.

De igual forma se veía estupendo, sobre todo en traje.

Inko le sirvió una taza de té y estando frente a frente se contaron todo lo de estos años.

Mientras que Izuku jugaba con sus figuras.

Inko: Bebé, ve a cambiarte la ropa. Estás aún con esa ropa mojada.
Izuku: Ya iré luego, es que encontré mis figuras de acción~.
Toshinori: Y eso con tu historia, realmente es una mala experiencia y lo lamento mucho.
Inko: También lo lamento por ti... al menos Izuku no escucho lo que me contaste. Si no se hubiese pegado a ti ahora mismo.
Toshinori: Me imagino, tu hijo es fan de All might entonces. Esta grande, hace unos años era un bebé.
Inko: Es mi tesoro, lo único que adoro en la vida.
Toshinori: No sólo venía a conversar, quiero proponerte algo.
Inko: Ya no estoy para casarme.
Toshinori: No es eso, tonta. Es que necesito empleados sinceros en mi empresa. Quiero que trabajes conmigo. Te haremos una capacitación así que no tendrás problemas.
Inko: ¿ES EN SERIO? ¡Si quiero!
Toshinori: Será un placer trabajar contigo, gracias por aceptar.

Fue así como Inko ahora en cada mañana iba a dejar a Izuku al escuela, luego se iba rápidamente al trabajo.

En donde daba todo de sí misma para poder tener esa ayuda económica.

Toshinori de vez en cuando observaba a la mujer dar todo de sí, aveces la invitaba a darse descansos, pero ella no dejaba.

Se había convertido en una mujer más madura, podía notar cómo después de su embarazo tuvo que madurar a temprana edad. La admiraba de cierta forma ahora.

Ahora más que nunca volvieron a ser amigos.

Toshinori le había contado cómo después de ella no había intentado nada amoroso.

Toshinori: No quise establecer nada con nadie, menos ahora que estoy... muy desganado.
Inko: Tu físico es lo de menos, alguien llegará algún día y te amará tal cual eres. Créeme, a mi Hisashi me quería aun haber engordado.
Toshinori: No me hables de él, que me da rabia ¿como pudo hacerles algo así? Sobre todo a Izuku que es un niño pequeño aún.
Inko: Tienes razón... eso ya es parte de mi pasado. Debí darme cuenta antes. Soy una pésima madre.
Toshinori: Claro que no, eres una madre excelente, casi como la mía, que en paz descanse.
Inko: La señora Nana, ella realmente era buena.
Toshinori: ¿Me invitarás a tu casa de nuevo?
Inko: Tú puedes venir cuando quieras.
Toshinori: Muy bien, realmente no tengo nada que hacer cuando termino de trabajar, como vez soy multifuncional. Profesor, empresario, héroe.
Inko: Debes de darte descansos, no querrás provocar una caída o algo.
Toshinori: Tienes razón, los fin de semana creo que debo de tomarlos.
Inko: Después de todo, estaré aquí para ayudarte en lo que sea.
Toshinori: Está bien.