- ¡Mírame! Mírame Soo Bin cuando te estoy hablando...
Mis manos temblaban incontrolablemente y su aliento golpeaba mi rostro, su aliento a alcohol hacía que me mareara, el olor era bastante fuerte.
- Yeon Jun... me estás lastimando. Esta vez de ver...
Camine tan rápido como mis cortas piernas me lo permitieron, una vez estuve en la seguridad de mi hogar cerré la puerta y me recargue en ella, en absoluto silencio, sin nada más que el latido acelerado de mi corazón que persistía y mi respiración irregular. Mis mano se deslizó suavemente por mi mejilla y luego recordé que el menor había guardado algo en el bolsillo de mi saco, introduje la mano y sentí la delgada textura de un pedazo de papel, mis dedos lo atraparon y lo puse frente a mis ojos, tuve que leerlo varias veces para estar convencido de lo que había escrito... Su número de celular, repetí tantas veces los números en mi cabeza que llegue a memorizarlo.
Me deshice del saco y lo aventé lejos, dejándome caer en el sofá con un enorme suspiro, cerrando los ojos, pero lo único que lograba hacer, era ver sus hermosos ojos negros, así que encendí la tv y la deje en un programa de variedades cualquiera en un inútil intento de distraer mis pensamientos.
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Los días pasaron y mi vida regreso relativamente a la normalidad, había terminado guardando el número de Yeon Jun en mi celular pero jamás me había atrevido a marcar o a enviarle algún mensaje, solo "por si las dudas". Ese día tendría un pequeño examen de inglés, así que repasaba los verbos mientras caminaba hacia mi clase, viendo a Beom Gyu a lo lejos.
Beom Gyu, si se lo proponía, realmente se veía guapo, "El siempre ha sido guapo", me dijo esa absurda voz en mi cabeza a la que le gustaba contradecirme en todo, pero Beom Gyu no estaba solo, Woo Young lo acompañaba y no tenía muchas ganas de verlo, así que decidí irme directo a mi clase.
No fue un desastre la prueba, al menos estaba seguro de que pasaba, luego de revisarla una vez más se la entregue al profesor y salí del aula, siendo el primero en terminar. En cuanto se cerro la puerta detrás de mi, sentí que casi me daba un infarto cuando una mano me tomó por el brazo, reconociéndola de inmediato, un escalofrió me recorrió el cuerpo, reconociendo el peligro, mis piernas preparándose para salir corriendo de ahí, lejos de él, de Kang Yeo Sang.
—¿A dónde con tanta prisa Soo Bin?
Susurro con suavidad en mi oído, arrastrándome con él hacia la salida de la universidad.
—¿Q...Qué haces aquí, Kang Yeo Sang?
—¿Kang? Por favor Soo Bin, me da asco que me llames tan formal, amor está bien, antes solías decirme así.
—Eso fue hace mucho Yeo Sang...
—¡Que frió!... ¿Recuerdas que aun tenemos unos asuntos pendientes por discutir?
—Yo no tengo nada que hablar contigo, ahora por favor... Suéltame o gritare.
—Sabes lo que pasara si gritas ¿verdad?... La última vez, ¿Cuánto tiempo fue? ¿Tres o cuatro meses? ¿Tanto te gusta el hospital?
—Sabes que tienes prohibido acercarte a mí, tengo una orden de restricción... Me estás lastimando.
—¿Lastimarte?... Joder Binnie, que insensible eres, ¿Sabes lo difícil que es estar sin ti? Sin la persona que amo, sin tu cuerpo, sin tus caricias, por supuesto que no tienes idea, porque si la tuvieras, ¡no te habrías largado!
Me llevó hasta la parte trasera de aquel edificio, completamente solo a esas horas; yo solo quería llorar, quería salir corriendo, quería desaparecer, sabía que si Yeo Sang perdía el control estaba muerto, lo sabía y mi cuerpo me advertía el peligro, me advertía que Yeo Sang no estaba en sí desde que había llegado, tenía miedo y me odiaba por no poder defenderme y mi complexión no ayudaba mucho, era mucho más delgado que él y Yeo Sang hacía ejercicio sin mencionar que sabía tae kwon do, estaba en desventaja, una muy grande, cerré los ojos al sentir como me azotaba contra el duro concreto y en mi mente algunas escenas se recreaban.
Metí mi mano al bolsillo de mi pantalón en busca de mi celular, pero nada, Yeo Sang me lo había quitado en algún momento; abrí mis ojos con miedo, él me observaba fijamente con amor, como había hecho muchas veces atrás, esa mirada que me había hecho perdonarle la primera vez que me gritó, esa mirada que también me hizo perdonarle la primera vez que me golpeó, porque él decía que me amaba de verdad y por eso lo hacía y yo le creía, absolutamente todo.
Su mano se elevó y yo cerré los ojos con fuerza, esperando el primer golpe, sorprendiéndome un poco al notar que solo acarició mi cabello, haciéndome dar un pequeño brinco.
—Sigues siendo tan hermoso como te recuerdo en mis sueños Binnie, eres tan perfecto y lo mejor de todo, aun eres mío...
Una sonrisa apareció en su rostro, luego sentí sus labios devorando los míos, en un beso nada tierno, me mordía con fuerza y en una de esas ocasiones logró herirme el labio, su legua se introdujo con desesperación en mi boca y sus manos comenzaron a acariciar lugares que yo no quería que nadie tocara, mucho menos él, intente empujarlo pero recibí la primera advertencia, su puño se estrelló contra mi cara, haciéndome perder el equilibrio por la fuerza con la que lo hizo, las lágrimas ya cayendo incontrolablemente por mis mejillas, mientras me sostenía para que no cayera, introduciendo una de sus piernas entre las mías, sus labios volviendo a poseer los míos, mientras sus manos comenzaban a recorrer cada centímetro de piel debajo de mi playera.
—No llores bonito, sabes tan bien como yo que eso era necesario, no niegues que esto te gusta, que aún me amas tanto como yo a ti.
—N...No Yeo Sang... Yo ya no te...
No pude terminar la frase, su puño se estrelló contra mi estómago y me sacó todo el aire de golpe, realmente sentía que me desmayaría. Odiaba ser tan débil, odiaba que mi cuerpo se pasmara cada que veía al mayor, me odiaba tanto, él me tomó por los hombros, todo comenzó a moverse en cámara lenta, como si la vida quisiera torturarme más, iba a estrellar su rodilla contra alguna parte de mi cuerpo cuando lo vi caer de lado, veía borroso debido a las lagrimas en mis ojos, pero reconocí aquella voz, aunque probablemente estaba volviéndome loco o ya había muerto y no me había dado cuenta, no podía ser, no Yeon Jun.
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Un poco fuerte este capitulo pero espero disfruten este capitulo!! ❤❤