DISASTER - YEONBIN.

CHOI SOO BIN.

—Soo Bin, ven... Date prisa o mi mamá nos va a regañar otra vez...

Un Beom Gyu de 7 años me tomaba de la mano mientras cargaba una bolsa de mandado, sus redondas mejillas estaban rojas por el calor y sus ojos se cerraban por la luz del sol.

—Tu mamá nos va a regañar porque perdí el dinero...

Las lágrimas caían por mis mejillas, limpiándome la nariz con el antebrazo, Beom Gyu mirando con un poco de asco.

—Suénate la nariz, no te la limpies así, ya te dije que le diré que yo lo perdí, todo estará bien Soo Bin.

—Beom Gyu...

Comencé a llorar más fuerte, haciendo que Beom Gyu me mirara confundido, acercándose a limpiar mis lágrimas con su playera, mostrando su linda barriga de bebé que tenía.

—Te haré un hechizo que aprendí en la tele, es para que las personas dejen de llorar.

Me jaló hacia un pequeño callejón y puso la bolsa con lo poco que habíamos comprado en el suelo y luego tomó mi rostro entre sus manos.

—Debes cerrar tus ojos o no funciona...

Dijo con las mejillas cada vez mas rojas, solo obedecí y cerré mis ojos.

—Ahora debes dejar de llorar.

Sus pequeños y delgados labios se posaron sobre los míos, haciendo que el color de mis mejillas subiera, logrando efectivamente que dejara de llorar, él alejándose y yo queriendo que durara un poquito más.

—Bien ahora vayamos a casa, mamá debe estar furiosa porque hemos tardado mucho.

Tomo la bolsa y comenzó a caminar con ella, yo corriendo tras él para tomarlo de la mano, ese día, aunque no lo sabía, me había enamorado de mi él, mi vecino, mi mejor amigo.

Desperté al sentir la mano del mayor en mi cara, él se movía mucho cuando dormía; por mi suerte aquel día solo tenía una clase y podía faltar, así que me levante con cuidado para prepararle el desayuno al mayor, había tenido un cálido sueño, que me hizo sonreír al recordarlo, había veces en las que quería regresar el tiempo simplemente, a cuando Beom Gyu me decía que era lo más importante para él, cuando aun no conocía a Yeo Sang, cuando aun podía ver a mi familia...

Recargue unos segundos mi rostro contra el frió azulejo de la cocina para luego ponerme a preparar un poco de arroz y huevo para el mayor, acomode todo en la mesa y fui a despertarlo, aunque casi tuve que arrastrarlo de la cama.

—Beom Gyu tienes clase a las 10 y ya son las 9, aún debes ducharte y cambiarte... ¡Apura!

—Soo Bin, hoy quiero quedarme todo el día contigo, haciendo nada, como hacíamos antes, ¿Puedo?

—Pero Beom, tú estás por terminar la carrera...

—Choi.

—Está bien, está bien, pero no me llames así..

Sabía que cuando el mayor me llamaba Choi no había manera de discutir, bostezo y se estiró mientras se acercaba a abrazarme con fuerza.

—Te quiero.

—Yo también.

—¿Tu también qué?

—También te quiero~.

—Mucho mejor, Soo Bin, por cierto hay algo de lo que quería hablar contigo, verás hay alguien a quien quiero presentarte... Si tú estas libre este fin de semana, me gustaría que me acompañaras por un helado.

Aquellas palabras aunque parecían simples, dolieron mucho, sabía a quién quería presentarme el mayor, pero no estaba listo para conocerlo, no aún.

—Beom Gyu, yo no sé si esté listo para conocerlo... Perdón~.