RETURN.

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[POV SOO BIN]

Seúl me había recibido con una hermosa noticia, habían perdido mi equipaje. Había tenido que pasar a comprar varias cosas antes de ir a la casa de Lia, yendo directamente a la cama, el cambio de horario me estaba afectando y necesitaba dormir.

Recién estaba conciliando el sueño, cuando mi celular comenzó a sonar, maldije por lo alto y por lo bajo, ¿por qué no podía solo dormir? estaba cansado, muy cansado y de mal humor por el viaje.

ㅡ¿Diga?

[…]

¿Será alguien de los Ángeles?

ㅡHello?

[…]

ㅡLia, ¿eres tú?

Lia había ido de compras dejándome solo con Kai tal vez se le había olvidado algo, me removí un poco y sentí un pequeño cuerpecito junto al mío, sonriendo al ver que era Kai, lo abracé y sin darme cuenta, me quedé dormido con el celular en la mano.

Cuando por fin desperté, me encontraba completamente solo, entre sueños había escuchado al papá de Kai ir por él para llevarlo al aeropuerto para despedirse de su mamá, así que no me sorprendió mucho leer aquella nota que había dejado sobre la mesita de noche. Me desperece y fui a buscar algo de comer, pero ya que Lia y su esposo viajarían por una semana, no había nada en la nevera, mi pancita rugiendo en protesta.

Debía recoger a Huening Kia en media hora frente a un restaurante, pues el vuelo de Woo Sik salía esa misma noche, así que me quedaría cuidando a mi pequeño sobrino, a quien había visto muchas veces en los Ángeles, pues Lia y Woo Sik estuvieron varios meses allá.

Durante mis primeros dos años en los Ángeles, Lia se había contactado conmigo, luego de años sin saber de ella, desde que me habían corrido de mi casa, nuestro encuentro fue una mezcla entre abrazos, lágrimas y mocos, lloramos tanto que Woo Sik tuvo que comprarnos sueros para hidratarnos, sin embargo, Lia aún no estaba segura de que mis padres estuvieran listos para verme otra vez. Pero ahora era feliz, muy feliz de tener a Lia de nuevo en mi vida, alguien que se convirtió en un gran apoyo para mi.

Tuve que darme prisa para llegar al lugar acordado con Woo Sik, estar de regreso en Seúl me traía muchos recuerdos, unos muy agradables y otros no tantos, desde que había salido del aeropuerto, mi vista se había perdido varias veces en busca de una sola persona, me odiaba por ello y a la vez, me era inevitable no desear poder encontrarmelo por casualidad en la calle. Pero en todo el trayecto hasta el lugar acordado, me pareció verlo más de diez veces, solo para encontrarme con la gran decepción de que no se trataba de la persona que estaba buscando.

Ni siquiera entendía muy bien porque me decepcionaba tanto, ¿qué haría o diría si volvíamos a vernos?, ¿me reconocería?, mi forma de vestir y mi cabello habían cambiado, incluso me había perforado las orejas, pero no era un cambio tan radical como para que él no supiera que era yo. Si nos volvíamos a ver y él pasaba de largo yo… Agite la cabeza, deshaciendome de todos aquellos pensamientos que me estaban abrumando, no estaba en condiciones de pensar en él, mucho menos de encontrarmelo, en definitiva, no quería verlo.

Y como si la vida se burlara una vez más de mi, mis ojos terminaron enfocándose una vez más en una silueta que me pareció bastante familiar. Esperé que como las otras veces, aquella fuera solo otra persona que se pareciera a él, pero conforme me acercaba al ventanal de aquel restaurante, mi corazón se agitaba. Estaba un poco empañado por la lluvia que había azotado la ciudad, pero estaba casi cien por ciento seguro de que era él. Mi corazón se salto varios latidos y luego se aceleró al máximo cuando comprobé que la persona dentro de aquel restaurante, no era nada más ni nada menos que Choi Yeon Jun, en un arranque eufórico estuve a punto de tocar el vidrio para llamar su atención, pero me detuve cuando me di cuenta de que no estaba solo.

DISASTER - YEONBIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora