Sentía como si mi cuerpo pesara una tonelada, arrastraba mis pies hasta la parada del autobús, debatiéndome entre si debería ir o no a aquella habitación de hotel donde muchas veces me había encontrado con Yeon Jun.
Las palabras de aquella chica hacían eco en mi cabeza, la culpa regresaba y cada vez pesaba más, estaba a punto de abordar el autobús, cuando un mensaje llego a mi celular.
Princesa, hay algo de lo que quiero hablar contigo, ¿puedes esperar por mi?
Me quedé mirando la pantalla de mi celular, tomando dos respiraciones muy largas.
ㅡ¿Vas a subir?
La voz del chófer llamó mi atención, sacandome de mi letargo, aún un poco indeciso decendi del autobús y me quedé parado un largo rato en la parada, debatiendome internamente en lo que iba a hacer, pero mi celular sono nuevamente.
Es importante, princesa, espero encontrarte ahí.
Mi mano se estiró casi por inercia deteniendo un taxi, le di la dirección del hotel y aun sintiendo un gran peso sobre mis hombros, me encontré nuevamente frente aquel lujoso lugar. Pedí la llave de nuestra habitación, el chico que estaba en la recepción ya me conocía y realmente no sabía si aquello era bueno o era malo.
Una vez estuve en aquella habitación, que estaba de más decir que era más grande que mi apartamento, me di una ducha rápida y me puse una de las batas que había, no estaba completamente desnudo, traía mis bóxers y por ello me sentía protegido.
El baño me había relajado mucho y la resaca seguía haciendo de las suyas, poco a poco mis ojos se iban cerrando y aunque intentaba mantenerme despierto, el sueño me venció en algún punto.
Sentía un cosquilleo en la parte interna de mi muslo, Yeon Jun la recorría con su lengua, sentí mi piel erizarse por el contraste de temperatura, una de mis manos se enredaba en sus suaves cabellos mientras él levantaba la vista y me sonreía, traía sus anteojos y a mi simplemente verlo así me volvió loco.
Sentí mi erección punzar contra mis bóxers, mis manos se deslizaron por mi torso desnudo y comenzaron a acariciar mi entrepierna por arriba de la tela.
Recibí un manotazo por ello, inevitablemente un puchero se dibujo en mis labios, pero se borro al sentir como él lentamente me despojaba de la última prenda que me cubría, dejando libre mi miembro, haciéndome sonrojar cuando lentamente separo mis piernas.
Me sentía mareado y abrumado, mi cuerpo se estaba llenando de tantas sensaciones al mismo tiempo que me era imposible controlarlas, las manos de Yeon Jun me acariciaban con delicadeza y sentía que la piel me quemaba donde sea que tocaba. Creía que iba a colapsar.
—Me gustas tanto Soo Bin... Estoy tan enamorado de ti.
Yeon Jun susurró contra mi piel y fueron esas palabras las que me trajeron de regreso, eso solo era un sueño.
Mis ojos se abrieron lentamente, para mi sorpresa, un cuerpo cálido estaba recostado a mi lado, las luces estaban apagadas y solo la tenue luz de la pantalla iluminaba la habitación, un brazo rodeaba mi cintura, el cual se movió cuando yo comencé a removerme en mi lugar. Fui abrazado con más fuerza, sintiendo la nariz del más alto enterrarse en mi cuello.
—Estate quieto, no me dejas dormir...
—Lo siento~.
Beso suavemente mi cuello y olfateo este, me giró para que lo mirara, peino mi cabello hacia atrás y sus labios atraparon los míos, fue un beso lento, lleno de tranquilidad, la lujuria fue dejada de lado y aquello se sentía más como los besos que le das a la persona que amas, aquello me puso un poco nerviso, temía que en cualquier momento fuera a despertar y descubrir que todo aquello también fuera un sueño, pero Yeon Jun comenzó a darme suaves caricias por todo el cuerpo, relajandome por completo.
No dijo nada, solo continuo besándome, girándose hasta que quedó sobre mi, la poca luz hacía que su piel luciera mas blanca de lo que era, su cabello negro resaltaba sus ojos de una manera hermosa, tenían un brillo especial que me hacía suspirar. Me observó por largos segundos, pude darme cuenta de que solo llevaba puestos sus bóxers durante ese tiempo.
Estiró una de sus manos y acarició mi rostro, haciéndome cerrar los ojos por la suavidad de su caricia, poco a poco fue acercándose a mí, hasta que volvió a atrapar mis labios con los suyos, un beso lento, un beso que me estaba derritiendo, un beso que me estaba matando poco a poco, porque me hacia preguntarme... ¿Así era como besaba siempre a Woo Young? Y sentí celos, muchos celos, por primera vez en mucho tiempo, deseé que Yeon Jun fuera solo para mi, este sentimiento era parecido a aquella vez que lo habíamos hecho por última vez, esa manera de mirarme, esa forma de besarme, me hacían querer llorar, pero esta vez era diferente, el sentimiento era más fuerte, abrió mi bata con lentitud y comenzó a acariciar mi piel.
Esa noche, aunque ninguno de los dos lo admitiera, hicimos por primera vez el amor.
Mi cuerpo se fundía con cada caricia que me daba, sus embestidas fueron lentas, la preparación fue larga, busco satisfacerme a mi, tanto como él se estaba satisfaciendo, tomó mis manos y entrelazo nuestros dedos, sus ojos fijos en los míos, finas gotas de sudor caían por su rostro, su cabello se pegaba a su frente y yo podría jurar que jamás había visto a alguien más guapo en toda mi vida.
Llegamos juntos al orgasmo, ambos gritando nuestros nombres, fundiéndonos en un beso cuando todo hubo terminado, un beso que significaba mucho para mí, pero tal vez nada para él y no puede contenerlo más, las lágrimas escaparon de mis ojos, pero contrario a lo que creí, Yeon Jun las limpió una por una, mirándome de una forma indescifrable, ¿culpa?, había culpa en su mirada y aquello solo me hizo llorar más fuerte.
Salio muy lentamente de mi, se recostó a mi lado y me abrazo con fuerza, lloré hasta quedar seco, porque su silencio dolía, porque sabía que eso significaba que aunque él llegara a sentir algo por mi, lo nuestro jamás podría ser.
Lloré hasta quedarme dormido, hasta que mi cuerpo se agotó, pero en ningún momento Yeon Jun dejó de abrazarme, nos dormimos y por primera vez en mucho tiempo, realmente sentí que había descansado.
Por la mañana, cuando desperté, me di cuenta de que era demasiado tarde para ir a la única clase que tenía, Yeon Jun se removió en su lado y me abrazó con más fuerza, y dejo un beso en el ápice de mi nariz, aquello armó una revolución de mariposas en mi estómago, él no se había ido, él había pasado toda la noche conmigo y, aunque no quería pensar demasiado en ello, aquello podría significar muchas cosas.
ㅡ¿Qué hora es?
Sus ojos se abrieron uno a uno y luego los tallo, soltandome solo para estirarse
—Son las diez.
—Mierda... Llamaré al trabajo y diré que llegaré directamente a la sesión.
—¿Qué sesión?
—¡Por Dios princesa!, firmaste el contrato y ni siquiera leíste que tu primera sesión es hoy... Eres tan lindo.
—¿HOY? Pero Yeon Jun, yo no estoy listo para eso.
—No te preocupes, yo seré el fotógrafo, solo tienes que hacer lo que te diga y todo saldrá bien.
—Debo ir a ducharme, a cambiarme y…
Yeon Jun rió al verme tan nerviso y se acercó a besarme nuevamente, ambos estábamos completamente desnudos, así que me tomé la libertad de observarlo, su cuerpo perfecto, escuche una risa proveniente del más alto, me había descubierto, camino hasta donde estaba y me jaló hacia el baño.
Ahí... Lo hicimos una vez más.
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DISASTER - YEONBIN.
Fanfiction- ¡Mírame! Mírame Soo Bin cuando te estoy hablando... Mis manos temblaban incontrolablemente y su aliento golpeaba mi rostro, su aliento a alcohol hacía que me mareara, el olor era bastante fuerte. - Yeon Jun... me estás lastimando. Esta vez de ver...