Quinta parte: Utopía

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—Cariño, ¡Se me cae la cara de vergüenza con tu madre! Ahora que usáis webcam, debí fijarme antes de entrar empelotada a la habitación. Esperaba convencerte de que me acompañes, hazlo por mí, por favor —juntó las manos en modo de súplica—, que mi madre y hermana se han puesto muy pesadas con eso de que quieren conocer al tío que me ha puesto en fila.

John estaba sentado frente a su computadora; tenía la mirada perdida y sentía un nudo en el estómago, oía sin escuchar a Zoé detrás de él.

¿Qué ha pasado? —Continuó, acercándose a él al notar que continuaba su aflicción—. ¿Cariño, qué pasa, está todo bien?

Para Zoé había sido una travesura inocente, no pensó que fuera importante.

—Zoé, no hablaba con mamá... sino con Lara.

Ella entendió la razón del abatimiento y empezó a sentirse igual por razones similares, al ver el por qué del cambio de actitud en las últimas semanas y darse cuenta de que, a pesar de su compañía, del tiempo y la distancia, él aún no la había olvidado.

—Oh, ya veo. Nunca me has querido hablar mucho de ella. ¿Por qué se separaron?

—Je, aunque no lo creas nunca hemos estado juntos.

—Ya, es un amor no correspondido —creyó afirmar.

—Es más complicado que eso, porque sé que ella sí me corresponde, pero es una historia muy larga Zoé. Jamás he tocado sus labios y aún así, siento como si recordara sus besos.

—Wow, eso que dices es hermoso, y me doy cuenta de que va más allá del amor. Entiendo por qué no sale de tu cabeza, o de tu corazón a pesar de la distancia, los años... y mi compañía. Ahora me siento mucho más pequeña en tu vida.

Confesó, tratando en vano de que no se le humedeciera la mirada.

—Zoé, ven aquí —Caminó hacia la cama y la invitó a sentarse con él en la orilla—. Eres muy importante para mí, la mitad de mis logros aquí te los debo a ti, tu apoyo incondicional... y tu amor, me han sostenido muchas veces, es algo que nunca voy a olvidar. Aunque nunca hemos llamado a lo nuestro una "relación", entiendo que sí la tenemos, y se dio espontánea y genuina, porque nos sentimos bien juntos. Algunas parejas dicen amarse y viven en zozobra, angustiados por traiciones que quizá nunca ocurran, y es que se creen dueños el uno del otro; eso no nos pasó a nosotros, me has enseñado tanto, pequeña gran Zoé.

—Yo te amo, John —confesó entre tímidas lágrimas.

—Lo sé, Zoé, lo sé. Yo también siento amor por ti. Y sí, Lara siempre estará en mi corazón, pero ella es... —buscó en su mente una palabra para definirla—, una utopía.

—Agradezco mucho tu sinceridad.

La abrazó dulcemente por un rato en silencio mientras pensaba. Ella era una chica que merecía todo lo bueno que él pudiera ofrecer. Recordó que su historia con Lara siempre sería complicada. Y admitió que era iluso siquiera pensar en ello. De igual forma, no estaba dispuesto a sacarla de su vida nunca más, y eso era algo que Zoé debía saber y sobre todo, entender.

—Quiero que sepas que Lara es mi amiga, y ahora que tenemos contacto de nuevo, no pienso dejar de hablarle. Sobre eso quería hablarte el otro día. Así que necesito unos minutos para enviarle un email, espero que lo entiendas, no puedo dejarlo solo así. Luego, si aun quieres, vamos a casa de tu familia.

—¿En serio? —Expresó alegremente mirándolo a los ojos—. Al iniciar esta conversación pensé que iríamos por otro rumbo, jajaja todavía no me lo creo. Claro que sí, entiendo lo que sientes por ella y no voy a cuestionar su amitad. Eres perfecto, amor mío.

Mil Veces Contigo (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora