XIMENA S
Las palabras se me estancan en la garganta, no sé qué es peor, no poder defender a Lara o que está chiquilla también me halla molestado a mí.
Su vestimenta del colegio no hace más que ocasionar un conflicto interno en mí. Lleva unos pantalones rasguñados con unos botines negros, y la camisa del colegio totalmente fuera de sitio.
— ¿No estaban muy contestonas? ¿Qué sucedió? —y la pelinegra comenzó a decir eso con burlas inculcada, pero es que, hasta el apetito se me había ido. Los demás alumnos nos observaban con asco, dejando escapar unas vulgaridades.
Nos levantamos de donde estamos, y con el jugo que tenía en la mano tropecé haciendo que esto se derramara sobre aquella chica, mordí mis labios cuando las vulgaridades pararon para fijarse en ella, comenzó a exclamar de horror y la gran mayoría fue con ella. Por mi parte fui con mi grupo.
— Magda, ¿A dónde vas?
— A que conozca mis puños —Pablo frenó sus pasos y la llevó con nosotras, no pasó mucho tiempo cuando en la página de PhennyCity salió tremenda humillación, sentí rabia por los comentarios que dejaban los habitantes de PhennyCity.
Pensé que haber salido antes del closet iba a ser sencillo esta vez, pero me equivoqué, son crueles y me da pánico que hagan algo contra mí y mi familia.
Pero al ver a Lara me asusté, estaba realmente pálida leyendo aquello, su amigo Ted llegó y la abrazó.
— Llamaré a mi padre para que nos vengan a buscar —Lara intentó refutar, pero se percató de varios alumnos siendo crueles con ella. Lo único bueno de esto es que es viernes y nos darán dos semanas para descansar para que pronto empecemos con repasos para los exámenes finales.
Llamé a mi padre que ya estaba al tanto de la situación y mencionó que estaba cerca, llegaba de una vez, y así fue, no tuvimos que esperar tanto.
En el asiento copiloto me senté, atrás se sentaron Pablo, Magda y Lara —Ted se quedó en el colegio, dijo que nos iba a tener en contacto—. Suspiré con agonía.
— Bien, ¿Quién empezó? —preguntó mi padre, rabioso.
— Una chica ahí, morena —mi padre de reojo me observó, yo suspiré sin saberme el nombre de aquella loca.
— Fiorella Martins —mencionó Lara, cruzando sus brazos.
— Los Martins siempre causando problemas.
No entendí, ayuda que me pierdo.
☘️☘️☘️
Llegamos a casa de Lara, quiso estar ahí porque decía que su abuela la entendía. Su abuela no estaba.
Subimos a su habitación con dirección al balcón, ella no ha hablado casi nada después de que las noticias han explotado con aquello.
— ¿Quién es esa loca ahora? —preguntó Magda absolutamente confusa, incluso Pablo estaba en el aire y él se entera de todos los chismes que puede haber, pero en este "chisme" él también está.
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Imprevisto amor ©
RomanceVivir en un lugar donde sólo tienes permitido ser hetero, donde a las personas homosexuales la tratan como si fueran ratas de laboratorio o quizás peor. Es una pesadilla vivir así, quizás nunca debí enamorarme de ella, nunca debí hacerlo. Pero es ta...