Lara K
Me levanto de la cama en la que me encuentro hace unos minutos, hace aproximadamente ya unos tres meses estoy aquí, alejada de muchas cosas, de muchos problemas.
Sin obviar que mi madre me ha estado escribiendo, llamando y pidiendo que regrese a casa para dialogar, siempre termino colgando sus llamadas o sin leer sus mensajes.
Porque aquí tengo la paz que en mi casa no tengo, y es excelente este lugar, me encanta.
Ted en todo este momento me ha hablado, sabe dónde estoy porque él me trajo una vez, pero no quiere interrumpir, sabe muy bien que aquí estoy tranquila, por lo tanto me deja. Según él, para que no me olvide de su existencia me envía unas fotos suyas con Lila, mostrándome su panza que va creciendo cada vez más.
Ximena, ella me ha hablado, me ha escrito para saber de mí y hemos echado unas inalcanzables pláticas, al principio la sentía lejos de la realidad, luego ya pude sentir que volvía a ser la misma Ximena de aquellos tiempos. Me ha informado de que ha llegado una carta para mí y que está en su casa, a lo que respondí en que en algún momento iré por ella.
— Lara, —la madre de Trina toca la puerta, cuando le digo que puede entrar me sonríe— ¿Quieres ir a ver tu vestido de graduación?
Asentí, pero antes de que ella me dejara sola en la habitación para cambiarme le quise mostrar algo, ya estaba segura de hacerlo.
Ella cerró la puerta con seguro para que su esposo que deambulaba por la casa y su sobrino no vieran lo que yo iba a mostrar.
La ropa que tenía puesta que ocultaba las marcas la retiré poco a poco, ella no entendía lo que quería mostrarle hasta que empezó a ver el destello de algunas, cuando finalmente estuve en ropa interior ella las observó todas casi llorando al verlas.
— Mi niña, —se acercó y me abrazó, sin mencionar una palabra, pasaba sus manos por mi espalda reconfortando a su paso, y me gustó, me gustó que hiciera eso porque sabía que tenía a alguien más que me quería— estoy aquí.
Cuando nos separamos del abrazo vi en su rostro una forma de mirarme inexplicable, es cómo si el calor de madre me la pasó a mí, así lo sentí y fue bueno.
☘️☘️☘️
En el centro comercial me encuentro con la madre de Trina, ella está emocionada porque sabe de una tienda que tiene los mejores vestidos de graduación y dice que me pueden gustar.
A todo esto le avisé a Ximena que estaría aquí para que trajera la susodicha carta, cuando la veo mi corazón vuelve a acelerarse y me hace sonreír mucho.
— Buenas tardes, —mencionó ella cuando estaba al lado de ambas, estrechó su mano con la de mi acompañante y sonrió— no duraré mucho, Lara, pero aquí está la carta. Ah, se me olvidaba, Lauren me pidió que el día de nuestra graduación estemos juntas en la salida.
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Imprevisto amor ©
RomanceVivir en un lugar donde sólo tienes permitido ser hetero, donde a las personas homosexuales la tratan como si fueran ratas de laboratorio o quizás peor. Es una pesadilla vivir así, quizás nunca debí enamorarme de ella, nunca debí hacerlo. Pero es ta...