CRIPOLERIOS

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CRIPOLERIOS

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CRIPOLERIOS

Cripolerios no es una enfermedad cualquiera, te ataca, te absorbe tu energía y al pasar del tiempo te destruye.

Esta enfermedad yace más en PhennyCity, un país de Latinoamérica donde por desgracia, han fallecido más de mil personas quincenal, no hay una cura que lo detenga y si la hubiera, sólo hace que retrase la muerte de la persona, uno, dos, treinta, cuarenta años retrasando la muerte, pero no sirve de nada, la enfermedad viene con ciertos problemas cómo lo son: dolores musculares, dolores fuertes de cabeza, vomito verde viscoso, mareos, etc.

Los doctores, no tienen ni idea de lo que conlleva esta enfermedad; esta enfermedad proviene de una de las potencias más grandes del mundo: Estados Unidos. Haciendo que, tanto en Estados Unidos y en PhennyCity se presente más estos casos de Cripolerios.

Y se preguntarán, ¿Cómo Alemania puede tener una posible cura? Sólo engañan al pueblo, para que los vean cómo los héroes de algo que no se puede curar.

Tanto vomitar sangre son efectos secundarios de medicamentos ligados para formar una "cura" absurda que no servirá o más bien, retrasará a los demás.

José, Enríquez, Peralta, Pancracio, Señor Hiraldo, Señora Muñoz, Luisa, Laura, Carmen, Lidia, Trina... ni la mitad de los habitantes de PhennyCity que murieron sin tener tiempo de despedirse.

Los episodios realizados por los ahora difuntos están siendo olvidados por algunos; el señor Hiraldo fue un pintor reconocido en el mundo, dando lesiones en un instituto y agradeciendo al mundo de que podía respirar. Murió en una presentación de su última pintura de nombre: yo, Hiraldo; una pintura que mostraba dedicación y un poco de alegría, aunque mostraba mucha tristeza.

Luisa, Laura, Carmen y Lidia; cuatrillizas, eran reconocidas por su banda musical que dejaban a todos con la boca abierta, murieron de un paro al corazón en el año 1894 cerca de un acantilado de camino a su gira de celebración de otro año haciendo música.

Trina, sin poder decirle unas hermosas palabras a su novia, un "te amo" que quizás la hubiera hecho feliz.

Todos esos murieron sin despedirse, pero con una causa igual: Cripolerios.

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Bueno, bueno, no nos pongamos triste, quizás Alemania no este mintiendo tanto.

¿O sí?

Mejor nos preocupamos por otras cosas: la salud de Laia, el bienestar de Lara, los recuerdos que torturaran a Ximena, las palabras necias que azotaran a Pablo, un problema de Magda, los problemas que llegan...

Muchas cosas, no solo nos debemos preocupar por Cripolerios.

 Muchas cosas, no solo nos debemos preocupar por Cripolerios

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Imprevisto amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora