CAPITULO 23: XIMENA

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XIMENA S

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XIMENA S.

[Hasta aquí]

La villa ha logrado unos momentos de alianza entre la familia, nos hemos vuelto más unido que antes y es algo que me enorgullece tanto mi corazón, pero que a la vez me deprime.

La villa era para durar más tiempo, pero el trabajo de mi padre hace que volviéramos antes de tiempo. Todo el camino me la pasé durmiendo por lo cansada que me sentía, también porque quería estar más relajada para poder visitar a las chicas que será algo que me alegraría aún más.

— ¿No habías cerrado la puerta de tu casa, Flor? —me espanté al escuchar la voz de mi padre y miré por la ventana con dirección a mi hogar.

— Sí la había cerrado —mi madre salió del auto de mi padre, para ir en dirección a la casa. Esta mujer está loca.

Mi padre sostuvo su mano para alejarla y entrar primero, pero su lentitud hizo que la embarazada se estresara y lo quitara del medio para ir más rápido a la casa.

Fue un momento tan repentino, mi madre sólo nos mencionó que no había nadie y que quizás sólo había dejado la puerta mal cerrada. Pero no fue algo que nos tranquilizara.

— Pueden pasar, tranquilos.

Mi padre decidió marchar con su mujer, mientras que por mi parte llamaba a mi perro para que me siguiera. Sí, había ido conmigo a la villa.

Con la compañía de mi fiel amigo perruno subí a mi habitación dejando a mi madre en la cocina, no duré tantos minutos arriba cuando el grito desgarrador de mi madre hizo que bajara a alta velocidad.

Cuando llegué a la cocina quise morirme, ella lloraba del dolor mientras sangre bajaba por toda su zona.

— No, de nuevo no —mencionaba con mucho dolor, no entendía lo que pasaba muy bien, hasta que mi padrastro pidió que llamara a emergencias. Estaba asustada, muy nerviosa, ¿Qué había sucedido?

Cuando pude hacer la llamada y pedir una ambulancia sentí que todo se derrumbaba a mi alrededor, estuve ida hasta que estuvimos en el hospital y esperando respuestas de mi madre.

Lloré en el hombro de Erick mientras nos encontrábamos en la sala de espera después de recibir las noticias, la puerta abierta era porque había un intruso que hirió a mi madre y que lastimosamente hizo que tuviera un aborto, el segundo que ha tenido.

Consecuencia de que ahora ella esté tan devastada que no quiera ver a nadie, ni a su pareja Erick.

— Huyó, sólo me quedé paralizado sin saber qué hacer —Erick a mi lado limpió sus lágrimas que descendían muy rápido, este es un tema que nos tiene demasiado sensible. A él porque iba a hacer papá y a mí porque yo iba a hacer la hermana mayor que le iba a enseñar lo bueno y lo malo del mundo.

Imprevisto amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora