Parte 1

11.1K 291 22
                                    

Favor de leer esta nota, antes de leer la parte 1 de la historia.

Si vas a empezar a leer esta historia, favor de leer lo que contiene en la portada.

Esta es una historia no apta para todo tipo de público. Por lo que, si no te gustan estos temas, no sigas leyendo.
Contiene capítulos subidos de tono, bastante aborrecedores y muy tétrico y doloroso para algunas personas. Puede ser que moleste el tema del que va a tratar.

Sólo es una historia y un fanfic más sobre estos temas. Esta historia no es la única que existe con este tipo de contenido.

Ahora, quiero aclarar que no estoy a favor de las violaciones sexuales y esas cosas. ¿Quién lo estaría? Esta es, como dije antes, una historia más, de muchas que hay.

Favor de respetar al autor o la autora y a las personas que por su decisión quieren seguir leyendo. Si sigues leyendo y no te gustó, eres libre de seguir tu camino y dejar la historia, pero sin dejar malos comentarios y mucho menos ofender a los (as) demás lectores (as), que para eso escribo esta nota.

No te sientas engañad@, ni pienses que te obligan a seguir leyendo, que para eso pongo las etiquetas correctas, aviso de contenido sexual y una lista del contenido del libro. Ahora sí, sin más, puedes seguir leyendo o bien, dejar de leer e irte y así todos en paz.

Repito.

Si no te gustan estos temas, no sigas leyendo, por favor.
Gracias.

De haber sabido que tendría que pasar por maltratos y abusos sexuales. Jamás hubiese permitido que su madre la llevara a vivir con ella y su nuevo Alfa.

Detestaba que su padre haya fallecido. Quería irse de ahí, pero no podía, se lo habían impedido y tampoco podía decirle a alguien que sus hermanastros habian abusado sexualmente de ella.

La habían amenazado después de que aquella joven Omega se volviera la obsesión de aquellos siete Alfas.
Hang Yang Mi jamás olvidará la primera vez que fue abusada.
Cuando todo eso empezó.

– No, por favor. – lloraba mientras el hermano más pequeño de los siete la empujaba contra la cama. – Jungkook, espera … No lo hagas. Por favor, no lo hagas. –sollozaba.

– Shhh... Tranquila. Al final vas a gritar pidiendo más. Todas las Omegas son iguales. – habló el mayor, mientras intentaba quitarle la blusa, pero ella se rehusaba.

– Jungkook … No. – el pelinegro forcejeó con ella hasta romper la blusa y dejarla sólo con el sostén, para proseguir a quitarle los shorts de mezclilla que tenía puestos. – Jungkook … – el mayor tardó, pero al final logró quitárselos dejándola en bragas.

– Eres hermosa. – habló contemplando la hermosa figura que tenía la menor. – Y deja de empujarme. ¿Acaso no te enseñaron modales? Soy mayor que tú por siete años, niña. Quiero que me respetes y recuerdes tu lugar de Omega.

El mayor contempló un poco más el cuerpo de la menor y se lamió los labios con deseo.

Sin duda era muy hermosa. Piel blanca como la nieve, cabellos totalmente negros, ojos cafés claros, labios naturalmente rojos y llamativos. Ella era la mujer más hermosa que haya visto en su vida. Y el sólo hecho de saber que ella lo había rechazado al ofrecerle ser su pareja sexualmente sin decirle a sus padres, lo enojaba de manera impresionante.

Aunque, claro, ese no era el plan.
La menor de quince años miraba hacia otro lado. No soportaba el hecho de que estaba siendo mirada en ropas inferiores por su hermanastro.

– Me estás volviendo loco. – Jungkook le bajó las bragas salvajemente, aún luchando con ella para lograr su cometido. – Basta. Deja de resistirte. Al final, esto pasará y no podrás impedirlo. Ahora acéptalo y quédate quieta, maldición.– la menor negó con la cabeza repetidas veces con lágrimas cayendo por sus mejillas. Pero aún así, Jungkook no cedió.

Nuestra Sumisa (BTS y tú) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora