Parte 82

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Yang Mi se miró al espejo mientras se colocaba la falda de su uniforme. Se acomodó su cabello y se puso un brillo labial para poder tener un maquillaje más natural. Se había puesto un mínimo de rubor para poder disimular lo pálido de su rostro y salió de su habitación con su mochila en la espalda.

Cuando llegó a la sala principal, Seok Jin, quién se encontraba desayunando, la miró con el ceño fruncido.

— ¿Qué haces? — le preguntó mirándola de pies a cabeza

— Voy... Voy a ir a la escuela. — Seok Jin cerró los ojos tratando de no ser tan duro con ella y teniendo la suficiente paciencia para no hacerla sentir mal.

— Te dije que no irías a la escuela estos días. Le llamé a tu tía y le dije que estabas enferma. Así que no tienes por qué preocuparte.

— Pero... Me siento mucho mejor y ... No quiero perder clases.

— Yang Mi... Por favor, obedece.

— Pero...

— Yang Mi...

— Te juro que estoy mejor. No me sentiré mal. Si lo hago me regresaré a casa. Lo prometo.

— No dejaré que vayas a la escuela así.

— ¿Así cómo? No tengo nada. — Seok Jin se puso de pie suspirando enojado. La menor retrocedió unos pasos algo asustada y lo miró nerviosamente.

— Estás pálida. — Yang Mi casi se atraganta con su propia saliva al escuchar al mayor — ¿Qué? ¿Creíste que con todo ese maquillaje me haría ignorar ese hecho? — la menor agachó la mirada y asintió — Deberías estar en cama. Descansando.

— No tengo sueño.

— No quiero que vayas a la escuela. Terminarás desmayándote frente a todos.

— No es verdad.

— Yang Mi, por favor. — la menor asintió y tomó con fuerza las tiras de su mochila, indignada.

— Bien ... No iré a la escuela.

Jungkook bajó las escaleras colocándose su corbata. Miró a su hermano a y su Omega y frunció su ceño confundido.

— ¿A dónde vas vestida así? — le preguntó a la menor mirándola de pies a cabeza — No irás a la escuela. — le advirtió, logrando que la pelinegra rodara los ojos enojada.

— Eso ya lo sé. — dijo ella en forma de reproche y subió las escaleras enojada pasando a un lado de él.

Jungkook miraba impresionado cómo la menor subía casi sacando humos por las orejas. Miró a su hermano con los ojos muy abiertos y negó.

— Adolescentes.

— ¿Te irás a la empresa? — Jungkook asintió — ¿Por qué tan madrugador?

— Yang Mi estará aquí por lo menos dos días más. Así que, quiero aprovechar el momento con ella. Entraré temprano al trabajo y saldré temprano para venir a casa y pasar tiempo juntos.

— Aww... El bebé quiere pasar tiempo con su Omega.

— Hyung, no empieces.

— ¿De qué hablas? No estoy haciendo nada malo. — Jungkook lo miró mal y lo pasó de largo para salir de la casa.

El teléfono sonó y el mayor corrió a contestarlo.

— ¿Hola?

— ¿Señor Kim? — preguntó una voz al otro lado de la línea.

— Sí. ¿En qué puedo ayudarle?

— Le llamo desde la prisión de Seúl. Es sobre su padre. — Seok Jin suspiró cansado.

Nuestra Sumisa (BTS y tú) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora