Nuestra Sumisa (BTS y tú) +21

Parte 49

Yang Mi suspiró en su oído al sentirlo tocarla con desesperación. La menor arqueó un poco la espalda, incitando a que el rubio la poseyera cuánto antes.

Jimin se despojó de su ropa quedando desnudo. Miró con deseo a la Omega y se deshizo de las prendas de ella para después lamer sus pechos, logrando que Yang Mi jadeara por la sensación que sintió.

— E-Espera... — intentó alejarlo.

— ¿Qué pasa? — preguntó el mayor lamiendo su cuello.

— E-Estoy algo sucia ... Ah~ ...

— No me importa. Te necesito ahora.

— N-No... Detente...

Jimin se separó de ella bruscamente mostrando lo frustrado que se encontraba. La miró seriamente y Yang Mi lo miró un poco preocupada por su actitud tan dominante que estaba usando contra ella.

— Bien. — habló abriendo la puerta del baño — Si lo que quieres es estar limpia, entonces lo estarás. Por mí, mejor. Así podré quitarte ese aroma ajeno que llevas encima. — dijo refiriéndose al aroma de Jungkook que la menor tenía sobre su cuerpo.

Jimin abrió la llave de la tina para que comenzara a llenarse y salió del lugar para volver con la menor.

Yang Mi lo miró acercándose y su cuerpo se estremeció cuando lo sintió cargarla.

— Jimin. ¿Qué haces?

— Calla y disfruta.

Jimin se metió a la tina con ella y se posicionó sobre la pelinegra para después tomar el jabón líquido que había detrás de ellos. Pronto la espuma los inundó, tapando la mayoría de sus cuerpos.

Jimin estampó sus labios con los de la menor una vez más y juntos comenzaron un beso desesperado. Yang Mi se separó de golpe al sentir uno de los dedos del rubio invadirla. Cerró los ojos sintiendo cómo éste entraba y salía con rapidez, creando un sonido bastante obsceno al estar demasiado húmeda.

— Ah~ ...

— ¿Te gusta?... ¿Ah? Por Dios, Yang Mi... Estás tan excitada...

— Ahh... Ah... Oh, Jimin... — arqueaba su espalda — Ji-Jimin ...

— Eso es, preciosa ...

La menor dio un último brinquito y terminó corriéndose en su mano. Jimin miraba cada una de sus facciones al seguir masajeando su intimidad.

— Mgh~ ...

— Mi turno.

El mayor la besó lentamente mientras se acomodaba entre sus piernas y finalmente la penetró con desespero.

— ¡Ah, Alfa! — la menor se sostuvo de ambos lados de la bañera para no terminar hundida en el agua. — Ah, ah, ah... Ahh... Mgh... Park ...

— Eso es ... Di mi nombre ... Dilo ... Repítelo una y otra vez, preciosa...

— Jimin... — suspiró la menor.

— Que no se te olvide a quien le perteneces, pequeña ... — dijo para después darle una estocada fuerte y profunda — ¡Agh~!

— ¡Ahh!... — gritó la menor llevando sus caderas hacia atrás por el repentino dolor, mientras colocaba rápidamente sus manos en el cuello del mayor para poder sostenerse — J-Jimin... N-No hagas... ¡Ah! ¡Alfa~! — se quejó la menor al sentirlo entrar en ella de golpe otra vez.

— Agh ... Sí ...

— ¡Ah!... ¡Ah!... ¡Mgh!... ¡A-hh! — se abrazó a su cuello escondiendo su rostro en su clavícula mientras cerraba los ojos con fuerza por el agudo dolor que estaba sintiendo.