Parte 129

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Yang Mi corrió en el salón buscando a sus demás Alfas. Sus lágrimas no dejaban que mirara su camino. Estaba triste, dolida, sola, deprimida. Sólo quería llegar a casa, darse un baño y dormir. Sabía que era mala idea ir, pero quería intentar demostrar que también podía ser dominante y ruda. Pero todo había salido mal.

Al no encontrar a sus Alfas en el lugar, salió al patio trasero, donde se suponía que tenían sus dos autos estacionados, pero sollozó más fuerte al percatarse de que los autos ya no estaban. Quería irse de ahí y la habían abandonado. ¿Por qué la dejaron?

Se cubrió el rostro desesperada y se sentó en una de las bancas que habían afuera para tratar de parar su llanto.

Ahora sí que estaba sola. Lloraba por la desesperación de estar sola en aquel lugar. Lloraba porque no quería volver con Yoongi para que la llevara a casa. Pero sobre todo, lloraba porque sabía que había perdido contra Yoo Hye y estaba deprimida, debido a que estaba esperando un hijo de Yoongi.

De haber sabido que todo eso pasaría, jamás hubiese permitido que Yoongi la marcara y la anudara. Pero ahora tendría un niño de la persona que le había dado la espalda.

Sus sollozos se intensificaron más al sentirse más y cada vez más sola. Lloraba tan fuerte que, lo único que se escuchaba en el lugar, eran sus sollozos.

Yoongi le había fallado de nuevo.

Yoongi permanecía quieto en su lugar sin entender mucho lo que había pasado.

Yoo Hye sonrió complacida y se colocó frente a él para mirarlo a los ojos.

— No estás confundido. — le dijo la rubia — Solamente seguiste lo que tu instinto te dijo que hicieras.

— Sigo sin entender lo que pasó.

— Evitaste que Yang Mi me golpeara sin razón alguna.

— No... No sé por qué se comporta así. Su embarazo la hace alejarse de las hembras Alfas que no conoce, pero siento que Yang Mi está sobrepasando los limites.

— No te preocupes. Estoy bien.

Yoongi miró el rostro de la rubia y llevó una de sus manos a su mejilla para comprobar que estuviese bien. Yoo Hye sintió su piel erizarse ante su toque y lo miró seriamente sin dejar de sentir su tacto.

Quería a Min Yoongi sólo para ella.

La Alfa llevó una de sus manos a la nuca del pálido y se acercó a su rostro lentamente para finalmente besarlo.

Yoongi se quedó quieto un momento mientras procesaba lo que ocurría. Pero después de unos segundos, comenzó a mover sus labios al compás del beso de Yoo Hye, haciéndola sonreír por haberle correspondido. Eso significaba que Yoongi tampoco la había olvidado y que seguía amándola como antes.

La rubia profundizó más el beso y llevó ambas manos a la nuca del mayor para poder besarlo con pasión. Las manos de Yoongi bajaron hasta su cintura, donde la apretó contra su cuerpo, siendo un poco posesivo con ella.

Yoo Hye no podía dejar de sonreír. Había ganado la batalla.

Ambos se separaron del beso y se miraron fijamente. Yoo Hye lo miraba con una sonrisa, mientras que Yoongi la miraba confundido.

— ¿Qué pasa? — le preguntó acariciando su mejilla.

— ¿Por qué me besaste?

— Porque aún te amo, Yoongi. No he podido dejar de pensar en ti. Eres todo lo que quiero.

Yoongi la miraba sin saber qué responder. Sí, la había besado y le había correspondido el beso, pero no estaba seguro de amarla como ella decía hacerlo con él.

Nuestra Sumisa (BTS y tú) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora