Nuestra Sumisa (BTS y tú) +21

Parte 34

Yang Mi salía de tomarse una ducha cuando escuchó su puerta ser golpeada. Caminó hacia ella recibiendo a un Yoongi que la miraba de pies a cabeza, buscando algo que la hacía ver o sentir diferente.

La menor le sonrió y él le devolvió el saludo algo confundido.

— ¿Qué pasa? — le preguntó la menor al ver que Yoongi la miraba extrañado.

— Eso debería preguntarte yo a ti. Tu esencia es otra. Conozco ese aroma ... — dijo acercándose a ella, entrando a su habitación. Yoongi se apegó a su cuerpo olfateando su cuello, desesperándose poco a poco al tratar de buscar más ese pequeño aroma que la hacía oler algo diferente. Su rostro fue bajando poco a poco sobre sus hombros y Yang Mi soltó un pequeño gemido al sentir el fuerte agarre de Yoongi en su cintura para poder olfatear en su clavícula y después regresar a su cuello.

— Y-Yoongi ... — la menor lo llamó para que él pudiese detenerse al ver que sus movimientos y toques empezaban a causar algo en ella — Detente.

El mayor subió su rostro hasta estar frente al de ella y reaccionó soltándola y alejándose unos centímetros.

— Lo siento, yo ... No sé que me pasó. — y claro que lo sabía. Su lobo había actuado por instinto. Odiaba que ella tuviese otra esencia más en su cuerpo, pero lo que le afectaba mucho más, era el hecho de que la menor se encontraba feliz, dándole a entender que ella se había entregado voluntariamente a su hermano — ¿Estuviste con Seok Jin?

La menor lo miró sin entender a dónde quería llegar.

— ¿Q-Qué pasa con eso?

— ¿Tuvieron relaciones? Tienes su aroma impregnado en todo tu cuerpo.

— Él es mi Alfa. ¿Tiene algo de malo? — preguntó con las mejillas pintadas levemente de rosa.

— No. — fue lo único que respondió para después cambiar de tema, tratando de ocultar su molestia — ¿Cómo te sientes? Al parecer ya te encuentras mejor.

Yang Mi comenzó a sentirse algo incómoda por el comportamiento de Yoongi. Estaba siendo un poco tosco con ella y eso le afectaba de alguna forma, no era secreto que sentía algo por el pálido, y el que él la tratará algo indiferente, la hacía sentir mal.

— Yoongi. ¿Qué ocurre? — le preguntó la menor con la voz entristecida.

Yoongi la miró con culpabilidad. Aunque le molestara la buena relación que tenía con Seok Jin, no podía hacer nada debido a que él era su Alfa. El hecho de no haberla marcado comenzaba a fastidiarlo. Quería creer que ella seguía queriéndolo como al principio, pero le daba miedo el hecho de que lo olvidara y lo viese como una persona más.

— Nada. No es culpa tuya. No te preocupes.

— Pero estás un poco tenso conmigo y ...

— No es nada. Sólo ... No me fue tan bien en el trabajo y estoy un poco de mal humor. Es todo.

Yang Mi asintió no muy convencida.

— ¿Estás seguro?

— Sí. ¿Qué pasó con tus dolores internos? ¿Han desaparecido? — la menor asintió con la cabeza agachada. — Déjame revisarte. Recuéstate en el colchón.

La menor caminó hacia la cama con Yoongi detrás de ella. Una vez que estuvo recostada, Yoongi prosiguió a levantar su blusa hasta la altura donde terminaban sus senos. Cuando la mano del mayor se colocó sobre su piel, Yang Mi sintió su cuerpo estremecerse de nuevo. Miraba el rostro de Yoongi mientras éste seguía tocándola tratando de encontrar algún dolor en ella, pero no había nada.