capitulo 34

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Narra Brando.

En cuanto llego a la entrada mis labios forman una pequeña sonrisa, abrí la puerta y espero a que Emma avanzará en dirección a la salida, una vez estamos fuera de la casa nos encaminamos a mi auto, abro la puerta del copiloto, luego de que se encuentra dentro del auto cierro la puerta y me dirijo al asiento del conductor.

Comienzo a conducir por la carretera rezando que Emma no sé de cuenta a dónde estamos yendo, solo espero que le guste y espero que su reacción no arruine lo que estoy intentando construir. Sé que la lastimé y también se que dije que no iba a permitir que eso vuelva a suceder, no debí contestarle los mensajes a esa ramera aquellos días, si no hubiera hecho eso quizás aún seguiríamos siendo una pareja pero soy creyente de que todo pasa por algo y por una razón.

No desaparecí del todo, estuve visitando su casa en secreto, la observaba ir al instituto, llegar a casa y estudiar pero tenía que resolver asuntos los cuales no quería involucrarla y mucho menos ponerla en peligro.

Una vez que llegamos veo como observa el lugar atónita.

Narra Emma .

Ese lugar...

Habíamos paso unas vacaciones hermosas junto con mis primos y amigas, también estaban los amigos de Brando, en este lago Brando me preguntó si quería ser su novia, fue en este lago cuando comenzó nuestra historia pero gracias a sus errores se tuvo que terminar.

Giro mi cabeza conectando mi mirada con la suya y nos quedamos un pequeño rato mirándonos mutuamente- Brando- sus ojos buscaban los míos y se separaban para observar mis labios, no iba a permitir que nada sucediera, no estoy segura de volver a tener una relación con él, al menos no por ahora.

-Si, el lago, aquí pasamos muchos momentos lindos y creí que sería lindo volver- quita las manos del volante y posa una de sus manos en mi mejilla, por instinto corro la cara intentando demostrar que no tome confianza, que todavía me duele verlo y por sobre todo que todavía siento miedo de que me vuelva a lastimar. -Si quieres podemos volver a la casa- traga saliva, se notaba nervioso.

-No, ya estamos aquí - murmuro abriendo la puerta del auto, de reojo lo veo sonreír y bajarse del auto al igual que yo, se posiciona a mi lado y me mira. -Andando- comienzo a caminar y él me sigue.

-Por aqui- Siento que toma mi mano pero la alejo rápidamente y comienzo a seguirlo, me detengo cuando veo que velas estaban prendidas en el suelo sobre una manta justo al lado del banco el cual me senté el día que Brando estaba con otra mujer en la fiesta justo el mismo día que me preguntó si quería ser su novia.

Este lago trae muchos recuerdos que estaba intentando sanar, aquí fue cuando mi padre reveló que mamá había muerto, fue justo en esta casa cuando le dije a papá que se alejara de mi vida y que gracias a él mamá no pudo ser feliz. Me hubiera gustado pasar los últimos momentos de su vida con ella, tomándole la mano y diciéndole que todo estaría bien y que no se preocupara por mi pero se que ahora está en un mejor lugar.

-Emma- su llamado provoca que vuelva a la realidad, sonrió levemente mientras el se coloca enfrente mio- ¿Segura que quieres quedarte? - asiento y me siento en el suelo, repite la misma acción que yo y me mira.

-¿Como llevas lo de tu madre?- pregunta pero lo miro inmediatamente.

-No quiero hablar de eso- asiente y se queda callado.- lo siento, no quise sonar dura contigo- extiendo mi mano y la coloco en su mejilla y la acaricio cómo n mi dedo pulgar.

-Esta bien, lo entiendo- sonríe levemente y gira su cabeza observando el lago- ¿Quieres entrar?- preguntó levantándose y quitando su camiseta.

-No tengo otra muda de ropa- me levanto y me coloco enfrente de él.

Mi estupido niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora