Me desperté gracias a unos golpes en mi puerta, me levanté y la abrí.
-Tus padres ya se van- dijo Brando pero no le preste atención ya que no tenía puesta su camiseta y SE VEIA TAN VIOLABLE pero debo controlarme.
-Emm......si em...ya voy- dije tratando de no sonar atraída por su lindo y trabajado torso. Me adentre al baño y me lave la cara, luego termine por bañarme.
Baje y me encontré con las dos grandes maletas en la entrada, la amistad que estaban ayer por la tarde. Me sentí un poco mal, se irán dos largos años pero el lado bueno es que puedo violar tranquilamente a mi niñero.
Mente sana Emma, mente sana.
Me dirijo a la cocina y mis padres están tomando su desayuno tranquilamente.
- Hola gente- dije sentandome en frente de mi padre y OH POR DIOS al lado de Brando.
Cuando terminamos de desayunar nos dirigimos a la sala para despedirnos pero que mal, Brando llevaba su camiseta.
Le doy un fuerte abrazo a mi madre mientras Brando se despide de MI padre.
Luego yo a mi padre y el a MI madre.
Cuando salieron de la casa nos quedamos los dos mirando la puerta como si un milagro sucediera y que no tengamos que cuidarnos el uno al otro y por cierto el silencio era muy incomodo.
-Preparame un sándwich- dijo mientras se dirigía al sofá.
-¿Que acaso tu estas loco de remate?- dije haciendo una mueca de asco- No te preparare nada tu ya eres grandecito y además tu eres mi mula no yo la tuya- dije colocándome frente al televisor para que me escuchara.
Pero como no lo hizo decidi jugarle una broma
Me dirijo a la cocina y comienzo a prepararle su sándwich pero como soy tan buena(noten el sarcasmo) decidi ponerle un poco de pimienta.
Se lo llevo y se lo entrego y sin pensarlo dos veces se lo lleva a la boca dándole un mordisco.
Uno........dos.........tres
Luego comenzó a saltar y gritar como loco y yo mientras sostenía mi estómago por culpa de la risa que me hacía doler pero es que es tan gracioso que no lo puedo evitar.
Una ves más calmada veo como se dirige a la cocina y comienza a tomar todo tipo de líquidos y no aguanto mucho Cuando estalle de todas al ver que se le caía la mitad del líquido en la camiseta.
-Deja de reírte, pareces retrasada- Dijo saliendo de la cocina chocando su brazo con el mío.
Me dirijo a mi habitación a bañarme ya que no lo había echo apenas me levanté por la despedida y por lo que paso luego.
Entro al baño y me despojó de mi ropa para luego entrar a la ducha y comenzar a bañarme.
Una ves lista salgo del baño con una toalla rodeando mi cuerpo y otra en mi cabello, Me colocó mi ropa interior y luego esto:
Ya que tenía pensado ir a correr un poco puesto a qué es lo que hago toda las mañanas al despertar va los días que no tengo Instituto.
Bajo y me encuentro a Brando sentado en el sofá lo ignoro y sigo mi camino a la puerta tomó la manija y luego escucho que dicen mi nombre.
-Emma, ¿adonde crees que vas?- Dijo el mal nacido de mi niñero.
-Donde no encuentre a caras de caca- dije saliendo de la casa comenzando a correr por la avenida.
Me detuve a tomar un poco de mi botella con agua cuando siento que toman mi hombro, me giro para ver a la persona y era ¿Brando?¿Que hacía el aquí?.
-¿Que haces aquí?-pregunté un tanto sorprendida.
-Vine a buscarte para ir a la casa- dijo un tanto enojado y cansado por correr, supongo.
-Yo no iré a ningún lado contigo- dije alejandome de el, pero se ve que no soporta un no como respuesta.
-Vienes o duermes afuera- Dijo con una sonrisa burlona en sus labios.
-Que no, Además dormire donde quiera, es mi casa- dije fulminandolo con la mirada.
Me tomo del brazo y me empujó hasta llegar a la puerta de la casa, saca las llaves de su bolsillo y la coloca en la cerradura.
Una ves adentro me empujó y torpemente caí al suelo, ¿pero que se creia que era para tratarme así en mi casa?.
Me pare rápidamente y me acerqué a el iba a pegarle una bofetada pero en un rápido movimiento tomó mi mano y me quedo mirando fijamente a los ojos mostrando en estos un enojo que ni los dioses poseen.
-Que ni se te ocurra volver a intentar golpearme- dijo apretando su mandíbula y frunciendo el ceño.
-Y tu no vuelvas a tocarme grandísimo idiota- dije soltandome de su agarre y dirigiéndome a mi habitación mientras lágrimas caían de mis ojos no se por que lloraba tal ves por que no me gusta pelear con la gente no me siento comoda haciendolo.
Entro a mi habitación y cierro la puerta detrás de mi, me tiro en la cama y comienzo a llorar en silencio ya que odio que la gente me viera o escuchara llorar.
Sigo llorando hasta que siento que me voy durmiendo poco a poco.
Me levanto por unos golpes que provienen de mi puerta.
La abro sabiendo que era él y que seguramente vendría a pedirme perdón.
La abro y encuentro un plato de comida en el suelo, lo tomo lentamente y me dirijo nuevamente a mi habitación, estaría enojada con el mundano ese pero por nada del mundo rechazaría la comida eso sí que no.
Me siento en mi cama y comienzo a comer, cuando terminó salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina con el plato y los cubiertos.
Cuando salí de la cocina me encontré con Brando sentado en el sofá, no le preste atención y seguí con mi camino.
-Emma - me llamó Brando haciedo que parara en seco.
-¿Que quieres?- dije de la forma más seca Que pude hacer en toda mi vida.
-Emm.........quería pedirte perdón, ya sabes por lo de hoy- dijo con su vos ronca y sexy a la ves.
-Perdonado, pero no quitó la advertencia- dije dándome la vuelta para encontrarme con su mirada en la mía.
Se fue acercando lentamente mientras yo retrocedía, seguí retrocediendo cuando siento que chocó con la escalera.
-Emm......debo dormir, mañana tengo clases- dije dándole una sonrisa forzada mientras me giraba y caminaba hacia mi habitación.
Llegué y me acosté en la cama quedándome totalmente dormida.
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Mi estupido niñero
Teen FictionNo podía creer lo rápido que puede llegar a cambiar tu vida; en un momento eres feliz y en el otro simplemente te das cuenta que todo es una farsa.