Capitulo 37

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Lo empujó levemente y mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas, lo observó mientras llevo mi mano hacia su rostro para verificar si no se trata de un holograma.

Definitivamente no lo era.

Lo abrazo tan fuerte como si de un mono se tratase. El me corresponde el abrazo mientras acaricia mi pelo.

Toma mis brazos apartandome lentamente, lleva sus manos a mi rostro y comienza a secar mis lágrimas.

Estoy un poco ebria o me parece que mi hermano está vivo.

-Yo...no se si sos real o una proyección del alcohol que hay en mi sistema- Comienzo a tambalearme y a sentir un líquido bastante ácido subir por mi garganta.

Lo empujó para no vomitar su camiseta y me inclino hacia delante quitando el pelo de mi rostro.

El fantasma de mi hermano recoge mi cabello en una coleta y acaricia mi espalda.

Que actualizados vienen los fantasmas, hasta te pueden tocar. No voy a decir nada hasta no confirmar que no es un fantasma.

Me recompongo y lo tomo de la mano para proceder a llevarlo al auto, lo encierro en este mismo y voy corriendo a la casa en busca de Mía.

La encuentro y la tomo por los hombros.

-Mia, capture un fantasma- levanta una ceja mientras me observa extrañada.

-Estas loca mujer- murmura y se da la vuelta

La tomo nuevamente de los hombros haciendo que me mire.- Ven, te lo mostraré- la tomo del brazo y la saco de la casa.

Para en seco y si su boca no estuviese pegada a su cara estaría en el piso justo en este momento.

Corre al auto y mira al fantasma más de cerca.

-Mia, abreme- exclama el fantasma.

Mía me mira sorprendida.

-Creo que voy a vomitar- murmuró y se me apagó la luz.

***

Escucho voces, son como lejanas.

Lo que me faltaba, veo fantasmas y escucho voces. Un líquido frío se estaba en todo mi rostro. A Mía la mato.

Me levanto exaltada y me encuentro rodeada por dos hombres y una mujer.

Mía, Brandon y el fantasma.

Miro fulminante a Mía ya que ella sostenía el vaso dónde contenía el agua que ahora tiene mi rostro.

-Si sabías que los nenes de África no tienen agua y tú la derrochas en despertarme- dije entredientes.

-Emma- murmura el fantasma mientras se arrodilla enfrente mío.

Mi mano se estampa fuertemente en su rostro, su rostro se gira hacia un lado.

Llevo mis manos hacia mi boca y abro mis ojos como plato, Matt acaricia su mejilla y me mira con el entrecejo fruncido.

-Oh por Dios- Susurro- Estás vivo.

-Si hermanita, estoy vivo- llevo mis manos a mi boca nuevamente.

-No es posible, te vi morir- mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

-Lo se, no pretendía que veas eso pero es lo que tuve que hacer para protegerte a ti y a mamá- Toma asiento a mi lado y veo como Mía le hace señas a Brandon para dejarnos solos.

-Pero...- me abraza.

-Te lo explicaré ¿vale?- asiento

-Me hiciste mucha falta- sollozo.

-Y tu a mi, pequeña- acaricia mi pelo- venga, deberías alegrarte, no llorar- sonríe.

-Lo se- carcajeo- Lo se- seco mis lágrimas y lo miro.

-La situación es la siguiente. ¿Recuerdas que me metí en una pandilla?- asiento- Bueno, me relacione con gente muy peligrosa, la misma en la que está metido Brandon.- muerdo mi labio inferior- Debí entregarle cierta mercancía a unos compradores pero Carlos insistía en que la robemos y se la vendieramos a otros compradores a un mayor precio y así pagarle a Liam lo que el primer comprador iba a pagar y quedarnos la ganancia restante, bueno, no salió de esa manera y Liam nos descubrió. Tuve que fingir mi muerte para que no vayan por ti y corra peligro tu vida. Te preguntarás por qué aparecí justo ahora y después de tanto tiempo- asiento- Brando encontró mi paradero hace ya unos cuantos días y estuvimos idealizado un plan para derrotar la pandilla de Liam y Carlos.

Me levanto del sofá y me dirijo hacia la cocina.

-Capullo, infeliz- suelto una bofetada en dirección al rostro de Brandon, él toma mi mano antes de que ésta tocará su rostro.

-No me golpees- Murmura entre dientes.

-Eres un capullo, ¿Cuando pretendías contarme?- suelto su agarre.

-No fue necesario- encoje sus hombros restando importancia. Ruedo los ojos y me doy la vuelta.

-Jodido imbécil- Camino hacia mi habitación y cierro la puerta con fuerza.

Mi estupido niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora