cαpítulσ 15

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Narra Emma.

Le tomo importancia que Brando este en el balcón de la otra habitación y sigo con lo mío, tomo mi celular y noto que tengo un mensaje de Brando, sin leerlo lo reboleo en dirección a la piscina ya que mi balcón está justo en frente de esta, dirijo mi mirada al celular y aterrizó justo en el medio de la piscina.

-TOMA ESO, ESTÚPIDO- digo haciendo que Brando me mire y lo digo así por que siento su mirada sobre mi, me giro haciendo que su mirada choque con la mía.

-¿Y TU QUE MIRAS, IDIOTA?- grité para luego entrar a mi habitación y hacer como si nada sucedió.

Hago la comida a un lado de la cama y me recuesto, tomo el mando del tele y lo enciendo, paso canales hasta encontrar algo interesante, pero nada, dejo en un canal de música donde en este momento están pasando la canción de Sebastián Yatra " devuelveme el corazón", lo dejo ahí y me dispongo a comer un pote de helado mientras dejo que mis lágrimas salgan tranquilas.

-Me haces mucha falta, Jonathan- digo mientras no dejo de llorar, me temo que Brando se atrevió a abrir una herida que estaba logrando cerrar, no estoy bastante segura de si voy a poder recuperarme de esto y volver a cerrar esta enorme herida.

No me había dado cuenta que ya había anochecido, por suerte tengo la comida suficiente como para sobrevivir hasta el domingo y si, no pretendo salir hasta ese día.

Tocan la puerta, pero ya se quien es y no dudó ni un poquito en ignorarle.

-Ya está la comida Emma.

No respondo y espero hasta que se vaya, para luego salir de mi cueva e ir a buscar más comida y no comida golosinas si no una cena descente.

Salgo con mis mejillas coloradas a causa de mis llantos y no es por que quiera causar lástima ni nada es por que no me dan ganas de lavarme la cara si total volveré a llorar, llegó a la cocina y tomo mi plato con tallarines con tuco y carne, un vaso con agua y cubiertos y los colocó en una bandeja, la tomo con sumo cuidado y me la llevo a mi habitación, entró y cierro la puerta con pestillo.

Cuando comienzo a comer suelto un suspiro.

-Mierda esto está delicioso- digo con la boca llena.

Terminó de cenar y me acuesto a dormir, mis párpados no quieren cerrarse y mi cabeza no dejan de pensar en todo lo que ha sucedido hoy.

Sigo sin entender como una persona la cual crees confiar te defraude de una manera dura y fea para mi, abriendo heridas del pasado y causandote tanto daño, para luego venir y llamar a tu puerta pidiendo perdón como si lo que hiciera fuese sólo romper un simple vaso, pero que ese simple caso se convierte en pequeños fragmentos que son tu corazón, que alguna vez creiste pegar con cinta, evitar que nadie la quite y viene esa persona causando todo lo que no quisieras que hiciera.

-Te odio, Brando........

Mis párpados se cerraron y todo mi ser se quedó completamente con los brazos de Morfeo.

Narra Brando.

Me duele pensar que defraude a la única persona que me quedaba en este mundo y que ahora entre a la cocina y ni siquiera sepa que estoy mirándola, me duele pensar que la he cagado, y me duele sentir que abrí heridas del pasado que ella intentó cerrar por mucho tiempo.

Pero no pienso quedarme con los brazos cruzados viendo como Emma se derrumba poco a poco, no voy a dejar que se haga daño por que esa venda que tenía en su mano derecha fue por que se lastimo con algo y si realmente me interesa debería luchar por sanar lo que yo mismo rompí.

Salgo de la cocina y me dirijo a paso decidido a la habitación de Emma, pienso arreglar las cosas ahora mismo.

Tocó, pero nadie abre, vuelvo a tocar pero nada, supongo que me está ignorando o simplemente ya se durmió, decidí dejarle su espacio y volver hasta mi habitación, pero primero debo hacer una última cosa.

Me dirijo al jardín trasero y me saco toda la ropa quedando únicamente en boxers.

Me tiro a la pileta y comienzo a buscar el celular que Emma arrojo está tarde, me sumerjo un poco más y cuando lo encuentro lo tomo y salgo a la superficie.

Tomo mi ropa y antes de ir a mi habitación voy a la cocina y tomo una taza y un poco de arroz. Me dirijo a mi habitación, una vez dentro me cambió de ropa, tomo el celular de Emma y lo colocó en la taza, me acuesto y siento que mis párpados pesan, un par de segundos más y ya me quedé dormido.

***

Narra Emma.

Me despierto gracias a que olvide cerrar las cortinas del ventanal y a la mañana la luz solar refleja en toda la habitación, me levanto te mala gana y Me siento en modo indio.

Cuando estaba por pararme siento que tocan mi puerta.

Qué pesado que eres Brando, date cuenta no te abriré la maldita puerta.

De un momento a otro la puerta dejó de sonar, no le tomé importancia y comienzo a juntar los restos de papeles que hay en mi habitación y por toda mi cama, por Dios mi cama es un chiquero.

Estaba juntando papelito por papelito, cuanto acabó tomo mi plato y restos de comida de mi escritorio y lo llevo a la cocina, para mi suerte Brando no estaba cerca y podía hacer todo sin evitarle.

Entro y noto que mi ventanal está abierto, camino lentamente hasta este y saco la cabeza para observar que todo está en orden y si lo está mi balcón es un desierto.

Entro nuevamente a mi habitación y cierro la puerta, al girarme choco con un cuerpo duro y tenso.

Subo mi cabeza y me encuentro con esos ojos negros mirándome detenidamente a los ojos como si quisiera algo de mi pero no se que.

-¿Que diablos haces aquí?, yo.....cerre la puerta con pestillo.

No vacílo palabra alguna y eso me molesta.....

Veo como se acerca lentamente y yo simplemente retrosedo.

Mi estupido niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora