"MI DESTINO ERES TÚ" 3 TEMPORADA

CAPITULO 61

—¿Ha estado hablando con él desde tu celular? 
—No, desde el teléfono de la sala, pero como me descubrió escuchando una de sus conversaciones por eso dice que no tiene privacidad
—No deberías escuchar conversaciones ajenas amor
—Solo tenia curiosidad, en fin pregunto si le comprarías otro celular, le dije que lo compraría yo, pero no quiso, dijo que yo le compraría un celular feo
—Lo haré, de hecho pensé en comprarlo antes de venir para acá, pero siempre no pase, la razón por la que quizás no quiso que tú le compraras el celular es tal vez por el mini celular de teclas que compraste para hacerle la broma de que le habías comprado un celular nuevo
—Sí quizás...
—Por cierto, te traje algo, está en la cocina
—¿Y me va a gustar? —pregunté y le di un beso. 
—Estas obsecionada con eso así que si —escuchamos un pequeño quejido, era de Ian —lo siento campeón, olvide que te estaba cargando
—Abrazo de oso —dije y volví a abrazar a Mario, provocando que Ian, quedará de nuevo en medio de ambos, el me empujo con sus pequeñas manitas— ¡ay! Pobrecito de mi bebé, no le gustan los abrazos de oso —dije y le acaricie la mejilla lo cual no le gusto
—Upss tenemos a un pequeño bebé gruñón
—Está de mal humor desde que salimos del pediatra... 

—Carolina ¿Qué hacemos aquí? Literalmente estamos a dos cuadras de donde viven Mario y su familia, la policía puede encontrarnos —dije mientras veía por la ventana que da a la calle. 
—Rubí no seas tan paranoica, me das dolor de cabeza ¡por dios! —dije mientras me desplomaba en el sofá. 
—Es que nos estamos arriesgando demasiado y... 
—Bien, bien, solo... guarda silencio —me levanté del sofá y empecé a caminar de un lado a otro— tenemos que estar así de cerca para vigilar cada movimiento de Mario, su mujercita y los escuincles para poder dar nuestro siguiente paso 
—Y ¿cuál es el siguiente paso? 
—Secuestrar a la mocosa, luego de eso el siguiente paso será hacer que Mario y Leslie se separen y así yo me quedo con Mario y tu con tu hermanita 
—Ok, supongamos que esto sale bien hasta donde Leslie y Mario se separan ¿como harás que Mario se fije en la persona que secuestró a su hija hace tiempo? 
—Bueno recurrire a algo más drástico 
—¿Cómo que? 
—Secuestro a Mario, hago con él todo lo que se me apetezca y si me llego a cansar de él, lo dejó libre
—Te denunciaria
—No le convendría, recuerda que aún le quedaría el pequeño engendro que tiene con Leslie y si no llegara a acatar mis órdenes tanto él como Leslie desaparecerán de la faz de la tierra
—Es demasiado todo eso Carolina
—¿De qué lado estás? —pregunte acercándome a ella y tomándola del cabello. 
—Del tuyo, del tuyo, solo... comentaba
—Mas te vale que te quedes de mi lado Rubí o tú y tu pequeña hermanita pueden terminar muy mal
—Tranquila, no te traicionaría, yo quiero a mi hermana y tu a Mario así que todo será en equipo como siempre
—Bien, por que ya sabes de lo que soy capaz
—Me queda claro
—Y respecto a Mario, probablemente termine matándolo después de matar a su amada y a su pequeño engendro
—Ok —esto saldrá muy mal, solo espero poder salvar a Jenny de todo lo que se avecina. 
—Arreglate que vamos a salir
—¿A dónde? 
—Pedro me acaba de avisar que Mario y Leslie acaban de salir de su casa, los va siguiendo; nosotros los alcanzaremos... 
—Nos es mucho arriesgarnos Carolina
—Voy a empezar a jugar con la mente de Leslie, estoy segura que desde que nos escapamos ella ha estado nerviosa pero ¿qué pasaría si me ve? 
—Carolina, estás jugando con fuego y... 
—No me voy a quemar, que no se te olvide que puedo ser el mismísimo diablo si me lo propongo o si alguien mete las narices donde no lo llaman
—Entiendo. 

—Vamos a comprar el celular de Jenny y qué te parece si después vamos a comprar el pastel de chocolate que tanto le gusta
—Ok, pero te advierto que tu te harás responsable de ella
—¡Oye! 
—El chocolate la vuelve imperativa así que... 
—Ok, yo la navego
—Mas te vale Alberto 
—Aja, ¿le puedo comprar juguetes a Ian? 
—¿Más? Su habitación está repleta, de tantos que le compran los chicos y tú 
—Pero, es que... 
—Amor, Ian todavía no cumple el año y tiene a reventar su habitación ya no se donde acomodar tanto juguete, nuestro hijo ni siquiera puede utilizar la mayoría porque son juguetes para niños más grandes y los que sí puede utilizar no le gustan así que... 
—Ok no le comprare juguetes
—Estaba pensando en que, tengo bastante ropita de Ian, que ya no le queda y bueno ¿crees que podamos llevarla a la casa hogar? 
—Bueno, tocaría hablar con Georgina para ver si tiene bebés recién nacidos o de algunos meses, de lo contrario podríamos donarlos a otro lugar
—De acuerdo
—O podemos guardarla para el próximo bebé
—Si eso nos evitaría comprar más ropa, pero conociendo a nuestras familias y amigos ellos igual comprarían ropa para el bebé aunque les dijéramos que no, además nada nos garantiza que seria otro niño ¿que tal si es una niña? 
—Buen punto
—¡Oye! —dije y golpeé su hombro— Tú y yo no tendremos más hijos... 
—¿Qué? 
—Por el momento, no me dejaste terminar de hablar. Ya tenemos a Ian y Jenny, vamos a enfocarnos en ellos y después cuando Ian sobre todo, ya este mas grandecito, no se unos tres cuatro años, ponemos a tema el tener otro hijo
—Tanto tiempo
—Con nada te conformas. Además ¿quién va a parir tú o yo? 
—Pues tu, pero yo quiero más hijos, algo así como un equipo de fútbol
—Estas loco y ya dije, hasta que Ian tenga tres o cuatro años, se saca a tema lo de tener más hijos
—Pues ya que
—¡Por Dios! Eres como un niño, aunque los niños no piensan en tener hijos
—Pero así me amas y no puedes negarlo porque estarías mintiendo lo sé y lo sabes. 

—Ellos acaban de entrar a el estacionamiento del centro comercial
—Bien. No los pierdas de vista, avísame cada movimiento que hagan
—De acuerdo

—Están en el centro comercial así que vamos
—Carolina no creo que sea buena idea, el centro comercial está muy concurrido, alguien puede reconocernos
—Por eso llevamos una sudadera con capucha, una gorra y lentes, con eso y el que nos hayamos pintado el cabello de otro color será suficiente
—Si tu lo dices, pero si algo sale mal será tu culpa
—Si aja, como digas. 

—Amor ¿que celular le compramos a Jenny? 
—El que sea con que sirva para llamadas y mensajes es suficiente 
—Este, está bien ¿no? —dije mostrándole uno. 
—Mario no, cómprale uno sencillo ella ¿para qué quiere un celular tan caro? Ella lo único que quiere es llamar y mandar mensajes, es mas ni siquiera debería tener teléfono, apenas tiene diez años, pero es necesario y... 
—Bien, ya entendí le voy a llevar uno como el que tenía solo que en otro color
—Perfecto.