Confesiones ebrias

449 30 1
                                    

— Bueno Kook, última de la noche, ¿verdad o reto? — Preguntó Hoseok con una sonrisa siniestra en los labios, ilustrativa de lo mucho que habían bebido esa noche.

Estaban los dos mejores amigos juntos con unos tragos de por medio y el dormitorio sólo para ellos, ya que el último de sus roomates estaba probablemente besuqueándose con su novia (a pesar de haber roto con ella apenas la noche anterior); cosa que ellos agradecían, ya que con la emoción de apenas haber cumplido los dieciocho, realmente estaban abusando de su identificación para comprar alcohol y sentarse en noches como estas. ¿Pero quién podría culparlos realmente? Después de todo sólo eran un par de estúpidos y solteros adolescentes.

— Verdad —. Respondió Jungkook sin dudarlo, con las palmas sudorosas en medio de las piernas, sentado como un niño de prescolar.

— Mierda, no tra vez... — Se quejó Hoseok bajo el rubor de sus mejillas, haciendo que Jungkook se burlara con una risa chillona — en serio, ten bolas para dejarme retarte a hacer algo divertido, al menos en el último...

— No —. El menor contestó con una sonrisa. Le gustaba hacer refunfuñar a su Hyung siempre que podía, era sencillo dado que Hoseok nunca fue de un carácter tan fuerte: lo supo desde el día en el que lo conoció, apenas ocho meses atrás, en el inicio del primer año y él tuvo la grandiosa idea de esconder todos sus zapatos favoritos en el refrigerador.

— Ya ni siquiera tengo preguntas... — Suspiró Hoseok antes de seguir hablando — no hay nada bueno —, siguió tratando de rendirse, pero resignándose al ver la cara irrespetuosa de Jungkook — ya sé.

— ¿Entonces? — Jungkook preguntó harto del tiempo que tomaba su turno, Hoseok preparó su cara más santurrona.

— ¿Quieres cogerte a Jimin sí o no? — Jungkook se tragó su confianza en ese momento, quedándose en un espasmo con la mención del nombre.

Jimin era un año mayor que Jungkook, llevaban ética juntos. Desde el primer día Jungkook lo había notado, con su cabello rubio y facciones casi angelicales; tenía facilidad de palabra, un cuerpo exorbitante, buenos modales y una sonrisa que siempre hacía que otros se derritieran por él. Todo un sueño para el pequeño Jungkook, que, a pesar de sus tatuajes y su actitud de tener su mierda junta, seguía siendo el mismo chico tímido del que todos se burlaban en la preparatoria por ser gay.

Sin embargo, era eso justamente lo que lo hizo fijarse en el chico rubio en primer lugar: el hecho de que Jimin parecía no tenerle miedo al mundo, siendo gay abiertamente sin importar que otros lo vieran extraño por eso...Jungkook lo admiraba, tanto, que incluso empezó a seguirlo cada que podía. Así descubrió que no solo trabajaba en un autolavado los fines de semana, sino que también tomaba clases de danza contemporánea todos los días (dejando claro la razón de su cuerpo tan bien formado), evidentemente en contra de lo que pensaba su familia.

Porque para nadie era un secreto que los Park eran gente importante; no necesariamente ricos o famosos, pero sí influyentes por culpa del abuelo de Jimin, que había llegado a ser senador. Jungkook, por eso, solía sentirse mal por Jimin; pensaba que él mismo, siendo nadie y teniendo tanta presión para tomar la firma de abogados de su padre, que a veces odiaba su vida, realmente no sabía nada sobre lo pesadas que pueden ser las familias por tomar un lugar en el negocio familiar...sobre todo si eras hijo único, cosa que ambos tenían en común.

— Eso no es válido —. Jungkook se quejó, tapando su cara para quitar la vista de su sonrojo.

— Es una pregunta — Hoseok señaló con una cara pervertida, acercándose más cuando el otro frunció el ceño —, oh vamos, todos han visto ya como siempre lo estas mirando, tratando de hablarle, casi como un perrito pequeño —. Hoseok imitó las orejas de un perro y empezó a ladrar suavemente.

— Solo no te golpeo porque estás borracho —. Hoseok sonrió — No entiendo de dónde vienes con eso, yo no hago nada, ni siquiera me importa Jim...como se llame.

— Wow, que pésimo mentiroso eres Jungkookie —, Hoseok comentó, pero Jungkook cruzó los brazos — no te enojes es que, eres muy obvio...ambos son gays solo que nadie sabe que tú lo eres excepto yo, — Jungkook bajó la cabeza — desde el primer día me bombardeaste con preguntas sobre él, y por Dios, ¡incluso tienes una foto de su nuca como fondo de pantalla!

— ¿Cómo mierda sabes eso? — Jungkook preguntó ofendido, importándole más como es que Hoseok se había inmiscuido en su vida privada que en que supiera la verdad sobre su horrible gusto por el muchacho rubio y su tatuaje lunar en la espalda.

— Jungkook, sólo acéptalo y responde la pregunta para poder ir a dormir —. Hoseok recargó su mano en la mejilla, mostrando que iba en serio con lo de terminar el juego y volver a la cama.

— No lo haré porque no es cierto —. Hoseok gruñó.

— Jungkook, estoy muy borracho, por favor sólo di que sí... — Jungkook se mordió la mejilla interna, esperando que sangrara (aunque él mismo sabía que no era tan fuerte); entonces, sintió la mano de su amigo en su hombro de forma reconfortante, él lo miró y se frotó las manos antes de contestar.

— Supongo que sí me gusta, pero no tiene caso...él no sabe ni siquiera mi nombre.

— Ash en serio...— Hoseok dijo, Jungkook suspiró — ¡ya! ¡Jungkook-ah! — Le gritó cuando Jungkook intentó irse, aferrándose a su hombro para evitarlo — ¿Cómo esperas que lo sepa si ni quiera hablas con él? ¡Pareces un maldito loco siguiéndolo todo el tiempo! ¡Nadie habla con un loco!

— ¿Entonces qué porpones que haga? — Jungkook se quejó con un puchero.

— ¡Idiota! — Jungkook se estremeció — ¡Pues si te gusta debes decirle! Caminas hacia él y le dices "Hola, soy Jungkook, no me conoces, pero yo sí, a ti y a tu trasero genial, de hecho, más que eso, me gustas y me gustaría ser novio de ti, y de tu trasero, asi que ¿qué dices? ¿salimos?" y ya —. Jungkook miró a su amigo sin creer sus palabras.

— Sí claro, voy y digo eso y no solo consigo que me odie, sino que llame a la policía —. Hoseok se restregó la cara sonrojada con las manos en frustración, antes de abrazar por completo a su amigo.

— Sólo digo que debes decirle, Jungkook, ¿o qué? ¿Esperas quedártele viendo a ver qué día de estos está tan borracho que te invita a la cama? — Jungkook bajó la mirada — ¿No te gusaría mejor hablarle y quedar en algo? Porque quién sabe, tal vez tú no lo creas, pero puede que terminen siendo novios o algo así... — Jungkook ladeó la cabeza.

— ¿Cómo estás tan seguro? — Preguntó a su Hyung, quien lo miró con una sonrisa.

— Porque también le gustas a él.

Cercanos - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora