Se vio obligado a apagar su teléfono a la primera llamada que recibió con el nombre de Jimin. Simplemente no podía permitirse responder, o esperar a que hubiera más llamadas.
Caminó por las calles sin importarle que fuera de madrugada, que apenas estuviera cubierto o que el frio le estuviera calando todo el cuerpo.
Cada paso que deba era algo más monótono, algo más que se dejaba a sí mismo por el camino pegajoso por la humedad abrumadora del ambiente que aproximaba al invierno.
Jungkook tenía la mente vacía.
Había dejado que lo usaran para placer, y ni siquiera para eso servía. Lo habían besado acariciado, hecho el amor por primera vez, pero no le importaba; ni siquiera el hecho de que el mismo sueño se hubiera encargado de girar por completo su propio concepto de lo que significaba entregarse por completo.
¿Dónde había quedado el Jungkook enamorado? El que esperaba que alguien lo quisiera a pesar de todo no estaba por ningún lado, porque la idea en sí misma era estúpida.
Todo el mundo repitiendo que valía mucho, cuando ni siquiera fue capaz de mantenerse a sí mismo por el placer de alguien que aparentemente le importa; no se había permitido decir la verdad a pesar de que debió hacerlo, no fue capaz de decir lo mucho que le molesto la manera en lo que lo habían tratado para hacer el amor.
Era un adulto, no podía seguir endulzando su falta de carácter con la timidez ocasional. No podía decirse que estaba bien no haberse quejado cuando Jimin no había ni siquiera usado un condón.
Si lo pensaba bien lo único que hizo fue tal vez ir despacio, pero de nuevo, solo porque vio lo débil que Jungkook era.
Llegó a los departamentos con la cabeza gacha, abrió la puerta del 315 sin ganas de nada más que dejarse caer en la cama.
El dormitorio estaba oscuro, pero no vacío. Lo supo cuando miró el perchero y encontró el par de chamarras que tanto conocía, además de un peluche de un gato estúpido sobre el sofá.
Se sintió tentado a prender las luces, pero se convenció de que no era necesario pues sabía a constitución de su hogar de memoria. Se quitó los zapatos y caminó hasta la barra, donde una pequeña nota firmada por Hoseok leía: No te desveles más y ve a la cama o si no me daré cuenta en la mañana.
Jungkook sonrió, arrugó el papel y lo tiró al cesto de basura, luego siguió a su habitación convencido de que Suga debió haberse quedado con Hoseok a dormir.
Dentro se apresuró a desvestirse, luego a verse en el espejo de su cuarto. Vio las marcas en su cuello y cintura, sus piernas hinchadas y su entrepierna dormida. Le dieron ganas de llorar.
Tomó un poco de ropa y se apresuró al sanitario, tomó una ducha muda y cuando hubo terminado volvió a su cuarto, vistiéndose y quedándose como un bulto temeroso en medio de su colcha gruesa, con los sollozos cautivos en su garganta.
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Cercanos - Jikook
Hayran KurguJungkook es un estudiante de universidad con un crush por un bailarín mayor que él, quien no notará su existencia hasta que por un impulso estúpido podrán más cercanos de lo que jamás pudieron imaginar. ⚠️Este producto NO pretende promover conductas...