Conversaciones nocturnas

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Una mano pasó por el cabello de Jungkook en medio de la oscuridad. Había un peso al lado de su cuerpo frágil, uno diferente al de los días anteriores. Olía a vainilla.

Se vio atrapado en lo pesado de su cabeza, en la niebla que no tenía fin dentro de cada palabra que hubiera podido pronunciar en el fallo de materializar lo que era ese momento; con Jimin al lado nada parecía carecer de sentido, u orden. Era casi como si siempre estuviera reservado a su lado un hogar oculto.

Lo dejó quedarse a dormir después de discutir, usando como excusa que era demasiado tarde para que regresara. Jimin aceptó con duda en la cabeza, pensando en lo mucho que había extrañado a Jungkook; en que no podía creer que estaba allí, con los ojos muy abiertos recostado en su cama, en que él lo veía de esa manera porque Jungkook así lo quiso.

Le acarició el rostro y pasó el pulgar por sus labios, admirando su ternura. Sonrió para sí mismo en la oscuridad.

— ¿No estás cansado? — La voz melódica dijo, Jimin se acomodó sobre la almohada.

— Mucho. Tuve que venir en el primer vuelo para llegar hoy.

Jungkook suspiró.

— No debiste hacer eso.

— No, está bien —; Jimin sonrió — era porque quería verte así que valió la pena —. El dueño de la mejilla que estaba apreciando soltó un gemido complaciente.

— Estuve a punto de echarte para que no volvieras.

— Bueno, de eso a un golpe en la cabeza y quedarme a dormir contigo, prefiero esto.

Ambos rieron.

— Perdón.

Se escuchó un gato maullando desde la ventana, Jungkook no dejó que sus ojos le cubrieran la vista a esa cara perfecta que siempre estaba en sus sueños.

— En serio lamento haberte dejado...quiero que me digas todo lo que pasó en mi ausencia.

Jungkook pensó en lo que había llorado, en las salidas con sus amigos, en el curso fiscal que le estaba haciendo perder motivaciones en terminar su carrera, en sus visitas a casa para decirle a su familia que estaba bien, en Taehyung.

— Mejor cuéntame de Europa —, Jimin se desanimó un poco por esa respuesta — ¿fue lo que esperabas?

— Algo así...la escuela está bien, y tengo el idioma, pero no lo sé...

— No sabía que podías hablar alemán —. Jungkook comentó con admiración genuina: él apenas podía hablar coreano fluidamente. Jimin soltó un jadeo risueño — Pero ¿eso significa que te irás?

Jimin no podía mentir.

— Es una buena oportunidad, y la púnica que mi padre se ofreció a darme. Sin eso no tengo otro camino.

— Pero ¿qué pasará entonces con tu equipo? ¿Ya no irás a la exposición de artes?

— Ellos son buenos sin mí, estoy seguro de que entraran al equipo nacional —, Jimin admitió, dejándose a sí mismo dejar salir las inseguridades frente a su chico — a mí me ofrecen el internacional.

Jungkook quiso preguntar, porque en serio estaba feliz por Jimin; sin embargo, no podía seguir escuchando como hablaba de dejarlo cuando apenas había vuelto a su lado.

— ¿Y tú que me dices? — Jimin continuó, regresando a Jungkook a esta realidad donde seguían los dos recostados viéndose cara a cara — ¿Algo más interesante?

— No sé qué puedo contarte.

— Tal vez por qué estabas vestido tan apuesto hoy, regresaste tan tarde, y ese sujeto te llamó.

Cercanos - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora