Alan
—Alan, no puedes entrar ahí...—Ignoro a Isabella que corre apenas con los tacos y sigo mi camino—. ¡Está ocupada! ¡No puede entrar!
—¡Me importa una mierda! —Abro la puerta de golpe y ella se encuentra tecleando en su computadora tranquilamente, como si no tuviese el mundo incendiado a su alrededor. No me mira ni se detiene cuando cierro. Los gritos de Isabella se apagaron. Me da un poco de pena porque esto le puede costar caro.
Eso le pasa por ser la secretaria del mismísimo diablo.
—¿Qué haces? —pregunta. Estira la mano para beber un sorbito de su café, pero se niega a mirarme. Vuelve a teclear rápidamente.
—¿Qué has hecho, Danna? —Por más que todo sea claro, me niego a creer que me traicionó así.
—Cumpliendo mi palabra —replica, sin inmutarse. Por un momento parece que no dirá nada más, pero luego agrega—: ¿Te acuerdas cuando hablamos antes de que esta chica llegara a Melbourne? Yo te dije que aceptaría que viniera y se casara con Josef porque tú te ibas a quedar finalmente con ella. Bueno...—Deja de teclear y toma una respiración profunda—. Fuiste un imbécil y ella se enamoró de tu hermano mientras tiraba contigo —agrega, riéndose amargamente. Me mira por primera vez desde que entré—. Mentirme fue una estupidez.
—No te mentí. Hice todo lo posible, incluso le mostré cómo es Josef.
—¿Cómo es Josef? Josef es la persona que te ha salvado el culo demasiadas veces y no te das cuenta. Esta vez no te querrá salvar.
—No estás pensando claro... no solo te metiste conmigo sino con mi padre. ¿Estás dispuesta a morir por Josef? Mi papá es un monstruo nadie se había atrevido a amenazarlo así.
—Ese viejo decrépito no me hará nada. Hace tiempo que nadie le tiene miedo.
Resoplo.
—¿Quién te ha mentido con eso? Dana, pensé que éramos amigos.
—Lo éramos, hasta que le entregaste a Vania en bandeja a tu hermano. Lo éramos hasta que se rieron en mi cara y quedé como estúpida frente a todos.
Arrugo la frente. Siento que esta conversación no va para ninguna parte y que Dana no cambiará de opinión. Está obsesionada y eso la llevó a amenazar a mi papá. ¿Quién se mete con Thomas Hart?
—Nadie sabe que tú y Josef tenían algo.
—Yo lo sé y eso es suficiente. Tú y tu padre decidieron que era lo mejor que ella se casara con él, ¿ustedes creen que soy tan estúpida como para no enterarme de la verdad? Que Thomas quiere sacar a Josef de los negocios y enviarlo lejos. Todo para que él y tú sigan metidos en toda la mierda que él no permite. —Se pone de pie y camina lentamente hacia mí. Estoy sin palabras de que ella sepa algo que solo yo y papá discutimos en privado—. Pero ahora... si él se va tras ella entonces las fotos de tu padre y tuyas siendo parte del comité del salón 16 saldrán a la luz.
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Lo que hicimos anoche
RomanceVania Nicolás debe tomar una difícil decisión si quiere salvar su vida y la de sus padres: casarse con un desconocido y mudarse a otro país, dejando a su novio, trabajo y amigos atrás. Los negocios familiares -a los que ella nunca ha querido ser par...