Josef
Dos días antes.
—Marco —contesto la llamada.
—Josef, te acabo de enviar el recorrido que están realizando, al parecer van a Bélgica.
—Sí, Thomas acaba de llamarme y me dijo que iban a Brujas. También me han estado enviando información, un auto que los ha ido siguiendo —agrego molesto, pasando el recorrido a la pantalla del coche—. Cuando esto acabe, haré todo lo posible para enviar a Alan a vivir a algún lugar remoto del mundo, que esté lejos de mí... y también que esté lejos de la policía... no quiero que se pase la puta vida en prisión, prefiero que se la pase sembrando y cosechando verduras.
Marco resopla.
—Te apoyo en todo lo que quieras hacer. Sabíamos que era un cretino, pero esta vez se excedió... más de lo que podría haber imaginado... Si no hubiese visto la grabación, no habría creído que él se llevó a Vania. —Nos quedamos en silencio unos momentos y luego se atreve a preguntar lo que se ha guardado todo este rato—. ¿Leíste el informe de Dana?
Trago saliva y dejo que la pregunta flote en el aire.
Enterarme de que Dana no solo era parte del constante acoso hacia Vania, el accidente de sus padres y además que fuese dueña y fundadora del salón 16, fue mucho que procesar en poco tiempo. Vania ya me había advertido, sin embargo, tenía una leve esperanza de que hubiese interpretado mal las cosas. Descubrir de lo que era capaz Dana, me asustó por lo ciego que fui durante muchos años; me hizo cuestionarme las relaciones que he llevado a lo largo de mi vida en todos los ámbitos: mi padre, hermano... Dana. Todos expertos en mentiras y engaños.
—Sí. —Es lo único que logro articular luego de unos minutos. No sé qué más decir. Tuve en mi cama a Dana demasiadas veces como para no haber visto algo extraño.
Honestamente no vi nada.
—¿Lograste hablar con Alan también? —Marco cambia de tema rápidamente.
—Está enamorado de ella —replico, cansado. No estoy de acuerdo con que se la haya llevado a la fuerza, pero hay una pequeña parte de mí que entiende la desesperación de Alan. Dana lo derrumbó con sus amenazas y juegos, y él... quiero creer que solo quería salvar a Vania, llevándosela lejos—. Y Vania intentó decirme que todo estaba bien, aunque sé que no es así.
—Lo sé —responde—. El amor te hace hacer cosas estúpidas. Como ir solo a enfrentarte con quién sabe qué a Bélgica. No es tu territorio, Josef. ¿Podrías esperarme un par de horas a que llegue?
—Un par de horas pueden hacer la diferencia, Marco.
—A propósito me encargué de la empresa de guardias que contrataste en Berlín. Me encargué de todos. —Suelta una risa y luego agrega—: A propósito, tengo tres personas fuera de la puerta de los padres de Vania en el hospital. Freddy se está encargando de ellos.
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Lo que hicimos anoche
RomanceVania Nicolás debe tomar una difícil decisión si quiere salvar su vida y la de sus padres: casarse con un desconocido y mudarse a otro país, dejando a su novio, trabajo y amigos atrás. Los negocios familiares -a los que ella nunca ha querido ser par...