Vivimos rápido,
hicimos cosas que no imaginamos,
fue perfecto,
todas las locuras valieron la pena,
su cuerpo,
el mío,
no eramos dos personas,
eramos una.
Nuestras almas se unieron,
hicieron el par perfecto.
Somos nosotros,
nadie más.
Hicimos un cuento de hadas,
pero en 2015.
No es mágico,
no hay duendes,
ni hadas,
ni sueños,
pero hay amor,
amor de verdad,
una historia trágica,
de verdad.
Como la historia de Shakespeare,
una tragédia entre dos amantes,
con diferencias familiares,
que son obligados a acabar con el dolor.
Estoy feliz,
emocionada,
extasiada
y en parte exhaltada.
Hemos sido unos tontos.
Unos tontos que saben como divertirse.
Y si, me importa una mierda.
Me la pasé bien,
hicimos lo que no debíamos,
pero lo hicimos y eso está bien.
Al menos para mi.
Una nueva versión de Julieta...
-xV
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Diario de una adolescente al borde
Non-Fiction←Creen que no soy capaz de hacer cosas...Pero no me conocen→