Hoy ha sido su tercera inyección trimestrual.
No pude estar ahí,porque me he enfermado,peró pasamos a recogerlo de la clínica.
Me miró,
Le miré...
Entonces sonrió.
Esa hermosa y verdadera sonrísa que hace mucho no veía
«Necesito que esta inyección me ayude,para bailar contigo»
Mi corazón se fue a esconder bajo la cama.
Oh,querido abuelo...
Eso está muy difícil,
Quizá un milagro,
Aunque no crea en ellos.
Te amo y daría mi vida entera por esa cara de felicidad en tu rostro.
Sólo sé que hay que mantener la fé...
-Vx
ESTÁS LEYENDO
Diario de una adolescente al borde
Non-Fiction←Creen que no soy capaz de hacer cosas...Pero no me conocen→