¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“Te amo”
⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯
Al medio día me había metido a bañar, había citado a mi padre Gellert para hablar con el. Quería citar a mis padres pero por separado.
Cuando termine de arreglarme, Tom entró a la habitación y se me acercó; me dio un beso en la mejilla.
—¿Estas nerviosa amor? –preguntó Tom.
—Muchísimo –mis manos temblaban.
—Tranquila todo estará bien –me estiró la mano y la tomé, me puse de pie y Tom me pego a el para besarme.
Mientras nos besabamos habían tocado a la puerta de la habitación, nos separamos y Tom se acercó a abrir la puerta.
—Joven, acaba de llegar el señor Grindelwald –dijo la muchacha.
—Muchas gracias en un momento bajamos –dijo Tom y la muchacha asintió.
Tome aire y comencé a dar vueltas por la habitación.
—¿Estás lista? –me tomó Tom de los hombros.
—Supongo que si –saque el aire de mis pulmones.
Tome la mano de a Tom ya que al hacerlo me hacía sentir seguridad, bajamos de la habitación y fuimos hacia la sala.
Al entrar a la sala vi a mi padre, mi corazón latía como nunca y sentí como mis piernas temblaban.
—Señor Grindelwald buenas tardes –estrecharon sus manos.
—Hola Tom –Gellert se giro hacia mí – Hola hija.
—H-hola –respondi.
—Aqui estoy como lo querías hija.
—Quiero hablar contigo.
—Será mejor que los dejé solos para que hablen –asentí y Tom salió de ahí.
Tome asiento y mi padre también lo hizo, nos quedamos callados unos segundos.
—Te traje un regalo –me entregó una cajita muy bonita.
—Muchas gracias no era necesario – sonreí y abrí la cajita.
Abrí mis ojos como platos, había ropa de bebé en ella, lo cual me hizo sentir algo bonito.
—Estan muy bonitos, me encantaron –sollozando.
—Me alegro que te haya gustado.
Deje el regalo encima de la mesita que había enfrente, me gire para ver a mi padre y poder hablarle.
—Quería pedirte perdón si te hice sentir mal en algún momento, estaba tan mal al saber mi verdadero origen. –sollozando.
Gellert tomó mi mano .
