“Viejos tiempos”
⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯T/n Grindelwald
Ya habían pasado dos meses desde que habíamos adoptado a Sebastián, el ya se había acostumbrado a la casa, ya empezaba a dormirse solo, solo que nos despertaba en las mañanas cuando ya tenía hambre.
Poco a poco fue haciendose inseparable con Tom, una ocasión se fueron sin mi por helado mientras yo daba una pequeña siesta.
Era miércoles por la mañana, había ido por Sebastián a su habitación, yo ya había terminado de arreglarme y Tom estaba en el despacho haciendo unos asuntos.
—¿Qué haces amor? –entre a la habitación de Sebastián.
—Me pongo mis tenis –respondió sentando en el piso mientras se ponía los tenis.
—Apoco sabes amarrarte las agujetas? –me agache
—Mi papá me enseñó.
Al oír papá mi corazón empezó a martillar bastante era bonito escucharlo, yo jamás había escuchado a Sebastián referirse a Tom de esa manera.
—Pues me parece perfecto mi amor –le di un beso en la frente.
—¿Vas a jugar con vestido? –preguntó mientras me veía.
—¿Si, por? –pregunté curiosa.
—Porque si te caes se te van a ver los chones –comenzó a reírse.
—¡No! –me dio un ataque de risa –No me voy a caer y tu me vas cuidar verdad? –dije como pude.
—Si mami –se paro y me dio un beso en la mejilla.
—Bueno que vamos a sacar para jugar? –pregunté.
Sebastián comenzó a buscar en sus juguetes y tomó un balón de fútbol que le había regalo James y me lo entregó. Siguió buscando entre los juguetes y sacó un arco que mi padre Gellert le compró.
—Ya mami –me tomó de la mano.
Salíamos de la habitación y la señora Bertha entró para poder hacer la limpieza en el cuarto de Sebastián. Bajamos las escaleras y Tom iba saliendo del despacho.
—¿A dónde van? –preguntó Tom
—A jugar –respondió Sebastián.