“Mi amada hija”
⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯Abrí la carta que me había dado Tom, era del profesor Dumbledore o más bien mi padre aunque me cueste asimilarlo.
Mi amada hija
Tal vez no es la forma correcta de pedirte disculpas por el daño que te he causado, pero temo que si me vuelvo a acercar puedas tener otra crisis así que por tu bien y por el de mi nieto quiero que estés lo más tranquila posible. Hija no sabia que al alejarte de mi te estaba haciendo daño, las circunstancias me obligaron a buscarte un hogar, donde tuvieras a los padres que merecías.
Comenzaron a salir lágrimas de mis ojos y sentía un dolor pero a la vez una tranquilidad.
Continúa la carta :
Se que los Bennet fueron grandes padres, a lo mejor no lo sepas pero estuve a lado de ti, cada paso que dabas me mantenía a tu lado desde las sombras. Agradezco tanto a los Bennet por todo el amor que te dieron hasta su último momento. Espero que un día puedas perdonar mi acto tan cobarde de abandonarte, se que es difícil obtenerlo pero si hay alguien que no tiene la culpa de nada es tu padre Gellert. Nunca le comenté que te había dado en adopción, el merece estar a tu lado, el día que estés preparada para poder hablarme y verme estaré totalmente dispuesto.
Te amo hija.
...
Cerré la carta y me recosté en la cama, estaba llorando de desesperación al no saber si estaba siendo cruel con mis padres o si estaba en lo correcto de no querer verlos o bueno al menos al profesor Dumbledore.
Ahora se que mi padre Gellert no sabía lo que había hecho el profesor Dumbledore. Y creo que era momento de arreglar las cosas.
Me duele mucho que mi padre me hubiera abandonado pero ahora se que yo también haría lo mismo por mi hijo si Tom y yo estuviéramos en peligro.
Necesitaba hablar con ambos y así poder hablar con ellos. Tom salió del baño y al verme llorar se me acercó.
—¿Qué sucede amor? –dándome besos en la mejilla.
—Creo que he sido un poco injusta con mis padres –limpiandome las lágrimas.
—¿Qué harás? –acostandose a lado mío.
—Quiero hablar con ellos, pero por separado porque siento que hay mucha tensión entre ellos.
—Si la sentí y es bastante incómodo –rio Tom levemente.
Me recorri a la izquierda para que Tom pudiera acostarse, su nariz estaba roja ya que estaba haciendo un poco de frío.
Me tape con las sábanas y el hizo lo mismo. Mientras estábamos despiertos Tom acariciaba mi rostro, estar así con el era hermoso.