— Yo en verdad no quiero, no ahora.
— ¿Te da miedo? — Se burló.
— No me subestimes niña. —Miranda suspiró dejando una sonrisa tras este. — No tengo miedo, solo no creo ser capaz, por muchos años sufrí abusos de todo tipo, los permití por... bueno sabes porqué, creo que no tengo el valor ni la capacidad de cuidar a nadie.
— Lo que hayas hecho no tiene nada que ver con cómo eres ahora, yo creo que serías la madre más hermosa del mundo.
Después de haber visto a Agustín hacía unas semanas, de percibir las feromonas de un omega embarazado, los instintos de ambas habían encendido un interruptor que hasta ese momento no las había molestado.
— No creo que tengas razón pero si no quieres entonces está bien, podríamos tener un perro tal vez.
— ¿Tanto quieres cuidar a alguien?
— Bueno, ya te cuido a ti. —Sentenció orgullosa la alfa.
— Ya claro, como si no supiera que le temes a todos los insectos los cuales por cierto termino sacando de casa yo.
— Son tan desagradables con todas esas patas.
— Prefiero pensar que yo te cuido a ti. — Sabrina no podía decir que se sentía herida porque no era verdad, sabía que en el fondo era cierto.
— Bueno, sea como sea estaré lista si tú lo estás.
— Suponiendo que quisiéramos un perro... o un bebé. —Dijo esto último susurrando pues le daba pena. — Entonces deberíamos vivir en un lugar más grande que este departamento.
— Este es un buen lugar. — Sabrina no entendía.
— Pero ahora tú estás trabajando y tenemos más dinero y podríamos conseguir una casa mejor, una con jardín para que puedan jugar y mejores habitaciones.
— Miranda, solo llevo semanas trabajando, literalmente dos semanas ¿Crees que una casa con jardín sea una buena idea?
— No lo creo, lo que sí creo es que arriesgarnos no tiene nada de malo, si las cosas salen mal podremos volver aquí, este departamento es de mi familia así que no tendremos problemas.
Entonces esa era una verdadera oportunidad de tener un bebé alguna vez y en lo más profundo ambas se alegraron por aquello.
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La nueva casa era grande y luminosa, Miranda se había asegurado de ello, no se permitiría vivir en una casa que no le gustara pero para Sabrina había sido agotador, ella no solía preocuparse por esas cosas y el no entender las preocupaciones de Miranda la hacía sentir triste.
— Esta habitación es mucho más bonita que la anterior. —Comentó emocionada. — También más grande.
—Me gusta. — Dijo Sabrina sin mucho interés.
— ¿Qué sucede? — Las manos de la omega se posaron en las mejillas de Sabrina.
— Solo no se me dan bien los cambios, nada más.
— Pero si tú has tenido muchos cambios en estos años, saliste de casa y terminaste tu carrera, además comenzaste a vivir conmigo, ahora trabajas, tienes más amigos.
— Por eso, esos cambios fueron suficientes para mí por el resto de mi vida. —Bromeó. — Creo que los cambios dan miedo.
— Todos los grandes cambios que has tenido han sido muy buenos, no tengas miedo por nada.
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Déjame amarte (Omegaverse GL)
Romance¿Qué pasa cuando no puedes cumplir con las expectativas de nadie? Sentirse así de destruido todo el tiempo no estaba bien y Sabrina lo sabía pero nadie la dejaba alejarse de la gran masa de desesperación. nadie hasta que aquella luz llegó de golpe a...