— Hola bebé. —Murmuró Sabrina a su bebé.
Acababan de llegar a su casa, por fin Miranda había podido salir de ese horrible viaje de negocios y después de los días tan cansados que habían tenido ella había caído rendida solo tocar su cama.
— Eres muy bonita sabías.
Sabrina estaba aterrada, hacía unos meses, en el hospital le habían dicho que la posibilidad de que su pequeñita fuera recesiva era del 50%, era una moneda al aire y ella no quería eso, no podría permitirse que sufriera tanto, que viviera lo que ella había vivido.
— La más bonita de todas. —La bebé rió derritiendo así el corazón de Sabrina y con todos sus esfuerzos tomó el dedo de su papá solo para llevárselo a la boca. —Yo te voy a cuidar, te lo juro, haré lo que sea necesario.
El silencio de la casa la hizo reflexionar por un momento, su bebé no tenía por qué sufrir lo que ella había sufrido, ella no tenía la misma madre horrible y un padre ausente, la bebé tenía una familia hermosa que daría lo que fuera por ella sin importar el que.
No tendría porque preocuparse pues personalmente se encargaría de enseñarle todo lo necesario para ser feliz, y en caso de que fuera recesiva entonces le daría las herramientas para entender que ella no estaba mal.
— Te apoyaré en todo lo que necesites y estaré para ti siempre, te juro que haré todo lo necesario y aunque no sea la mejor jamás te faltará nada.
Obviamente la bebé no entendió nada de lo que Sabrina quería decir, se limitó a seguir con su labor de succionar el dedo de su papá mientras la observaba con curiosidad.
— Sabrina, te juro que ya eres la mejor. — Dijo con lágrimas en los ojos Miranda que al parecer no estaba dormida y había escuchado todo.
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Espero les haya gustado este pequeño extra y recuerden que pueden ir a mi perfil por más historias:) Paz
AMAT.
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Déjame amarte (Omegaverse GL)
Romance¿Qué pasa cuando no puedes cumplir con las expectativas de nadie? Sentirse así de destruido todo el tiempo no estaba bien y Sabrina lo sabía pero nadie la dejaba alejarse de la gran masa de desesperación. nadie hasta que aquella luz llegó de golpe a...
