Llegamos a mi casa y le di un beso en la mejilla a Alessio como despedida, sonrojándome.
Entré en mi casa, me puse el pijama y me quedé dormida después de cenar.
**********
Me desperté porque alguien me llamaba.
Era Bia.
— Dime, espero que sea importante porque me has despertado.— dije resentida.
— ¡Y lo es! Esta mañana estaba sola y desolada, pensando.— obviamente estaba utilizando su tono de drama.
— Prosigue.—
— Bueno el caso es que he tenido una espléndida idea.— dijo animada.
— Sorpréndeme.— sinceramente, ella me daba miedo. Al saber cuál era su idea.
— Pues que: Ryan, Alessio, tú y yo... ¡Nos vayamos a una casa rural!—
De todo lo que podría haber sido, en definitiva eso no me lo esperaba.
— ¿Qué?— pregunté desorientada.
— Que sí, ¿hace falta que te lo repita?— dijo riendo.
— Oye que me acabo de despertar, me cuesta más procesar las cosas.—
Y yo también me reí.
— Venga, suéltalo. ¿Que te parece?—
—Me parece una locura... Pero me gustan las locuras.—
—Entonces... ¿Iremos?— preguntó esperanzada.
—Venga, me parece bien.— acepté.
Al decir aquello se ilusionó un montón y empezó a hacer planes.
— Vale, vale. Frena fiera.— dije
parándola.— Primero hay que hablarlo con ellos.— No, no. Si ya está todo más que hablado.— ¿¡como!?— Has sido la última en saberlo porque eras la que más se cierra a estas cosas, pero ellos están de acuerdo.
— Me siento traicionada.— dije de broma, forzando mi tono de indignación.
—Bueno, como vamos a ir hay que comprar cosas, en especial ropa porque he visto tu armario y...—
—¿Qué le pasa a mi ropa?— dije esta vez indignada de verdad.
— Nada, nada. Solo digo que hay que comprar cosas.—
— Vale, ¿pues cuando vamos a comprar?—
— Hoy.— dijo rápidamente.
— Bia... ¿Cuando nos vamos?— dije sabiendo ya la respuesta.
—He reservado la casa rural en Venecia en... Dos dias.— dijo cuidadosamente.
—¿¡DOS DIAS!?—
Esta chica me va a matar, pero aún así la quiero.
—Sí, en dos días y a todos les parece bien. Además de que no se puede cancelar.
— Vale, pues no perdamos más tiempo. Tenemos que ir a comprar ropa, tengo que hacer maletas y tener las cosas mínimamente planeadas.—
Siempre tenía que planear la mayoría de las cosas por la ansiedad, aunque el viaje a Roma es de lo único que no he planeado en toda mi vida.
—Bien, pues en 15 minutos estoy en tu casa.—
Pusimos fin a la conversación y colgó.
Me preparé para cuando Bia viniera a pasarme a buscar.
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El momento en el que te vi
RomanceDespués de todo lo que he pasado, necesito despejarme. Aunque nunca pensé que para hacerlo acabaría en Roma yo sola. Pero, a causa de ciertas interacciones, te encontré. Justo cuando menos te necesitaba, cuando menos lo esperaba, ahí estabas, y te o...