La alarma del despertador sonó, haciendo que poco a poco abriera los ojos.
Al notar a alguien junto a mí, estaba un poco fuera de mi misma, como desorientada. Pero después recordé que era Alessio.
La apagué rápidamente para que no se despertara.
Fui hacia mi armario y me apresuré en sacar la ropa del trabajo.
Hoy escogí un uniforme diferente y más típico. Aunque seguía siendo... Corto.
Me vestí y me dirigí al baño a maquillarme de forma natural y a peinarme.
La verdad no tenía mucho tiempo.Al salir me encontré a Alessio vestido con unos pantalones negros holgados por encima de las rodillas y una camiseta también negra de esas apretadas que siempre llevaba.
—¿Qué haces?— pregunté.
—Pues ahora mismo iba a hacer la cama para ir contigo al trabajo.—
—Puedo ir yo sola.— protesté.
—Oh, te aseguro que no es solo por acompañarte.—
Eso me dejó confusa pero no le hice caso. Tenía prisa.
Y tal vez se quería tomar algo allí.Hicimos la cama y fuimos al garaje a por mi coche.
Encendí la radio nada más subir y estaba sonando la canción "Message In A Bottle" de Taylor Swift.
Conducí hasta el bar en el que trabajaba disfrutando de la música y cantando por lo bajo la letra, pero entonces escuché a Alessio tararearla.Dirigí mi vista momentáneamente a él, totalmente sorprendida.
Jamás pensé que le gustaría ese tipo de música.
Desvié mi vista a la carretera de nuevo y canté con más fuerza, ganándome una sonrisa de su parte que capté por el rabillo del ojo.Llegamos y aparqué en el parking de empleados, apagamos la radio y bajamos del coche, caminando hasta la entrada del bar.
Al entrar me encontré de nuevo con la alegre cara de Frank.—Hola Frank.— dije entusiasmada.
—Hola bonita.—
Me sacó una sonrisa sincera, era muy majo.
—Sí, hola a ti también.— dijo Alessio.
—¡Anda! El nuevo integrante.— se alegró Frank.
¿Cómo qué nuevo integrante?
—Ese soy yo.—
Frank comenzó a engancharle con un imperdible (en la esquina de la camiseta) el parche con el logo del bar.
—Espera, ¿n-nuevo integrante?— tartamudeé por la impresión.
Estaba impactada.
—A eso me refería con no solo acompañarte. Ahora también trabajo aquí. Así podré ahuyentar a los salvajes que se acerquen y ganarme un dinero.— dijo Alessio.
Madre mía.
—Esto no es una jungla Alessio.— dije y el rió antes de hablar.
—Bueno, voy a empezar a trabajar ya como ayudante de cocina. Se me da bien cocinar y lo sabes.—
Eso no lo dudaba.
Aunque todo esto me fastidiaba, rodé los ojos y me puse manos a la obra.
Empecé a atender mesas y apuntar pedidos.
Al final, quedaba menos gente (cosa extraña porque hoy había gente de más) y mi turno se estaba acabando así que fui a la cocina, yo a veces era también ayudante de cocina. Aunque Alessio había ocupado ese sitio ahora.
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El momento en el que te vi
RomansaDespués de todo lo que he pasado, necesito despejarme. Aunque nunca pensé que para hacerlo acabaría en Roma yo sola. Pero, a causa de ciertas interacciones, te encontré. Justo cuando menos te necesitaba, cuando menos lo esperaba, ahí estabas, y te o...