68. ¿Que puede pasar?

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Habían pasado ya casi seis meses desde que Dietrich se fue del pueblo, muchos se acercaban a preguntarle por el rubio y siempre daba la misma respuesta.
-Di está muy bien, pronto regresará solo que aún tiene trabajo, le dije que no quiero que vuelva hasta que termine todo su trabajo porque no dejaré que se vaya de nuevo.- Esas palabras con una sonrisa siempre eran la respuesta aunque se sintiera mal por no tener al rubio a su lado, nadie podía saber lo que realmente le sucedía, solo Ford entendía todo lo que estaba sucediendo.
-¿Todo bien Dipper?
-No se cuanto tiempo más pueda soportar esto. Ahora no solo es Di, el ardor en los brazos es cada vez más frecuente, no quiero tener ese problema cuando Mabel y mis padres lleguen.
-Hare lo posible para que no se enteren de lo que esta sucediendo y en cuanto se vayan volveremos a nuestro trabajo. Solo debemos concentrarnos en hablar de la escuela y si preguntan por tu novio les diremos que se tomó un año sabático para hacer una investigación de campo.
-¿Y si preguntan a dónde fue y de que trataba su investigación?
-Les diremos que no quiso hablar de eso ya que está escribiendo una tesis y va a presentar una ponencia para obtener un doctorado.
-Parece que tenías todo planeado.
-Hay que anticiparse a todo, si hay algo difícil de responder o que te resulte incómodo házmelo saber y te ayudaré.
-Gracias tío, se que siempre puedo contar contigo y confío en ti plenamente.- Estas palabras fueron una puñalada directa para Ford, mentirle a su sobrino para no terminar el portal cambiando ecuaciones y solo decirle que iban a construirlo para no verlo triste había sido una mentira que no podría cambiar, solo le quedaba confiar en el demonio y esperar su pronto regreso.

Mientras los amigos se reunían de nuevo, Wendy había organizado una reunión para animar un poco a Dipper ya que lo habían visto un tanto decaído y al ser buenos amigos se preocupaba por él, era la primera vez que se reunirían solos con él ya que Mabel llegaría al pueblo hasta una semana antes de Navidad. Wendy fue a buscarlo hasta la Cabaña del Misterio.
-Hey Dipper.- Grito mientras lanzaba pequeñas piedras a la ventana del castaño, estaba por arrojar otra cuando la puerta se abrió.
-Hola Wendy. ¿Porque no tocaste la puerta?
-Eso no sería divertido, además pensé que estabas arriba.
-Acabo de levantarme, estaba desayunando. ¿Quieres pasar?- Wendy se daba cuenta de que Dipper solo vestía una camiseta negra sin mangas, por lo que se veían sus brazos muy bien trabajados, podría ser que Dipper tuviera novio, pero eso no quitaba el hecho de que tenía un cuerpo muy varonil. Al comenzar a pensar eso se sonrojo. -¿Estás bien, tienes fiebre?- Intento desviar la mirada pero los nervios la traicionaron, sus ojos fueron a parar a la mitad preocupada del castaño, lo cual la dejo sin habla. No era la primer vez que veía a Dipper pero si era la primera en la cual lo veía de una manera diferente, ya no era un niño eso era seguro, le quedó claro desde el día en que volvió al pueblo, pero ella había preferido ignorar eso hasta ahora.
-Estoy bien, solo me sentí un poco mareada. En fin solo quería decirte que haremos una reunión con los demás, queremos que vengas.
-No lo sé, tengo que pensarlo.
-Está bien, será mañana al medio día. Te esperemos en la casa de Tambry.
-De acuerdo, gracias por la invitación.
-Nos vemos niño.- Se alejó lo más rápido que pudo intentando ser discreta sobre su incomodidad.

-No puede ser posible, pensé que había decidido abandonar estos sentimientos desde que supe que estaba con el rubio, es mi culpa por no poder decirle nada cuando volví a verlo, pero han sido casi 6 meses en los que se encuentra separado de su novio.- Comenzó a recordar cuando tuvieron la aventura que casi la mata en el búnker, su encuentro con el cambiaformas y la revelación de los sentimientos que Dipper tenia hacia ella. -Pero soy mayor que tú.- Esas palabras retumbaron en su cabeza, ella nunca lo rechazo solo que eso parecía, 3 años de edad eran la diferencia, pero las circunstancias ahora eran diferentes en ese entonces Dipper estaba por iniciar la secundaria y ella había ingresado a su último año. No hubiera sido bien visto que una estudiante de preparatoria estuviera con un niño de secundaria. Pero tampoco pudo decirle nada al verlo volver al pueblo, ahora le hablaba como si nada hubiera pasado y como si esos sentimientos que tuvo hacia ella jamás hubiesen existido, eso le hacía sentir una incomodidad en el pecho.
Quizá aún había algo que hacer durante esa reunión, si bien no esperaba que Dipper la aceptará quería rebelar lo que sentía, había una posibilidad de que se sintiera mejor después de decirlo y con suerte al igual que Dipper dejar atrás esos sentimientos.

Una vez más junto a ti (BillxDipper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora