obra: "the madonna of port lligat". Salvador Dalí. 1949.
La conversación sobre la cama había terminado con un Harry diciendo: "No me gustó que él me tocara".
Louis lo había abrazado en todo momento, había acariciado su cuerpo siendo cubierto todavía por la bata, y luego el menor fue al baño para cambiarse gracias a una orden que recibió por el alfa, el cual, estaba demasiado preocupado por Harry, y no quería que se enfermara por vestir algo húmedo.
El omega había dejado de llorar, su vista había dejado de ser borrosa, y se miró en el espejo del baño vistiendo una sudadera negra sin camiseta debajo, y unos pants sencillos del mismo color.
Abrió la puerta y miró al alfa de pie frente a su pintura favorita. Lo vio vistiendo un pantalón negro normal y un suéter color gris. Ni siquiera había podido ser capaz de ver cómo vestía en cuanto lo abrazó para llorar, pero ahora sabía que se veía hermoso.
Caminó hacia él, y Louis se giró a verlo.
—¿Te sientes mejor? —le preguntó tomándolo de la cintura con una mano y acariciando su rostro con la otra.
Harry asintió. —Mejor.
El alfa le sonrió y dejó un beso sobre la frente del omega. —¿Ya desayunaste?
—No, lo siento.
—¿Tienes algo de comer o quieres que vaya a comprar algo para los dos?
—¿Tampoco has desayunado?
Louis negó. —Iba a hacerlo cuando recibí tu mensaje.
—Perdóname, es que... No quería llamar a Sofia porque no estaba seguro de que ella pudiera entenderlo, además está en la universidad, entonces-
—Shhh, omega... —lo calló poniendo su dedo índice sobre los labios ajenos. —Está bien. Si me necesitas, puedes llamarme. Si gustas, podemos dejar de ser maestro y alumno por momentos así. ¿Quieres que seamos amigos? —Harry asintió, sonriendo y con una mirada llena de brillo. —Entonces seré el amigo que necesitas. —murmuró uniendo sus frentes.
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Dalí's Theory || l.s ~ omegaverse
RomanceHarry es un omega de cabello rizado y ojos verdes que comienza su nueva etapa independiente tras la mudanza de su madre debido a su trabajo. Un pequeño problema con su alfa tóxico, lo orilla a las rejas de la infidelidad: Harry no puede lubricar a...