Capítulo 13

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obra: "niño geopolítico observando el nacimiento del  hombre nuevo". Salvador Dalí. 1943.

Era sábado

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Era sábado.

No había visto a Sebastian porque este ni siquiera lo había llamado, y las llamadas perdidas de Sofia se mantenían en su barra de notificaciones.

El día anterior había sido llevado a la clínica por la tercera dosis de supresores, y se había sentido bien al tener la mano de Louis entre la suya todo el tiempo.

No tenía nada qué hacer. Era bastante temprano y volvió a dormir en su cama, luego, al despertar nuevamente, lo notó.

Sentía tantas ganas de tener el aroma de Louis cerca.

Suspiró negando al pensar en eso.

No podía estar en su pre calor, no podía.

Recibió una llamada, el celular reflejaba el número de aquella mujer, y respondió con una sonrisa.

—¿Eli?

—¡Harry! ¿Cómo estás? ¿Vas a venir?

—Oh, sí... Sobre eso, Elizabeth. Creo que mi celo está muy cerca y dijiste que había tres bailarines alfas, ¿cierto?

—Sí, los hay, y yo también lo soy. —dijo soltando una risa. —Si quieres lo posponemos a la siguiente semana. Prepararemos un show pequeño para mañana, así que, cuando vengas podremos tener todo mejor para hacer un show más amplio.

—Está bien. Entonces, nos vemos la siguiente semana.

—Nos vemos, Harry. Te había extrañado tanto... Voy a abrazarte mucho en cuanto te vea.

—También te extrañé, Eli. Nos vemos luego. —colgó.

¿En verdad la había extrañado?

Todo el asunto del pole dance le asustaba de cierta manera. Hacía años que no lo practicaba, y todo por el recuerdo de haber estado en ese lugar y salir corriendo cuando le dijeron que su padre había muerto. Luego, la muerte de su abuela cuando estaba en la preparatoria no le había ayudado mucho, pero Sebastian había estado ahí y estaba agradecido por eso... Esos habían sido los únicos momentos en los que aquel alfa le había hecho sentir querido y protegido.

Pero al final se acabó el cuento y comenzó la pesadilla.

Tocaron a su puerta, y antes de responder por dejar su celular de lado, esta fue abierta por aquel alfa de ojos azules.

Louis vestía unos shorts negros y no llevaba camiseta puesta.

—Buen día, omega. —saludó cerrando la puerta y caminando hasta tumbarse en la cama. Harry se acercó a él para abrazarlo y respiró profundo. —¿Estás de buenas? —preguntó olisqueando sus rizos y luego su cuello. —Tu aroma es muy dulce, como siempre, pero hoy lo es más.

Dalí's Theory || l.s ~ omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora