Harry es un omega de cabello rizado y ojos verdes que comienza su nueva etapa independiente tras la mudanza de su madre debido a su trabajo.
Un pequeño problema con su alfa tóxico, lo orilla a las rejas de la infidelidad: Harry no puede lubricar a...
obra: "estudio para la mujer que desnuda". Salvador Dalí. 1959.
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Harry tenía sus rodillas apoyadas en la cama, con su pecho rozando las sábanas y su trasero a disposición de su alfa, quien se encontraba acariciando su húmeda entrada sobre las bragas color negro que llevaba puestas.
—Lou... —suspiró. —Tócame.
—No seas desesperado, amor. —murmuró moviendo la ropa interior a un lado, rozando su dedo índice con la humedad del menor. —La cena llegará en unos treinta minutos, tengo el suficiente tiempo para hacerte temblar antes de ponerte el vibrador. —dijo introduciendo con cuidado, dos de sus dedos.
—Oh, mierda. Mmm. —gimió al sentir aquella intromisión, y unos labios ajenos que besaron su espalda baja.
Louis bajó sus labios para dirigir su lengua a un lado de sus dedos que entraban y salían de Harry, para lamer un poco del lubricante que aquel estaba soltando.
El rizado tembló mientras respiraba hondo, apretando las sábanas con sus manos que formaban un par de puños.
—Mira tus piernas, ¿crees que vas a soportar el vibrador durante toda la cena y mi nudo después del postre? —preguntó sacando sus dedos.
El menor suspiró luego de dejar de sentir al otro, pero escuchó cómo tomaba el vibrador, preparándolo para colocarlo en él.
Luego, Louis solo dejó el vibrador a un lado cuando observó al omega poner su cabeza de lado, con su cabello revuelto que cubría su rostro. Se agachó un poco y comenzó a mover la ropa interior.
Harry esperaba sentir aquel objeto, pero en ese instante, lo que sintió fue la lengua caliente y húmeda del alfa, quien comenzó a follarlo de forma rápida haciéndolo respirar pesado, sin poder reaccionar de otra manera que no fuera abriendo su boca para jadear y cerrando sus ojos junto a su ceño fruncido. Luego, escuchó el sonido de la tela de sus bragas rompiéndose, y sintió la tela cayendo por sus piernas.
—¡Mhh! —Harry gimió en el momento que el mayor apretó su trasero con ambas manos, y luego una de ellas se resbaló por una de sus piernas, acariciando suave. —¡Oh, Lou!
El otro se separó luego de escucharlo gemir, dejando caer sin mucha fuerza, una de sus manos en el trasero del omega para darle una nalgada, y tomó el vibrador, colocándolo y presionando para introducirlo con cuidado. —Dime si te lastimo, cariño.
El menor asintió haciendo un sonido de afirmación, y al final jadeó cuando sintió aquel objeto completamente dentro de él.
—¿Te sientes incómodo? —preguntó respirando hondo, sintiéndose completamente duro, completamente excitado por la imagen del trasero del menor. Luego, se acercó más, acariciando la cadera del rizado mientras presionaba su entrepierna con el trasero del otro para frotar su erección y darse un poco de alivio.
Harry sintió como el vibrador tocaba más a fondo debido al movimiento del mayor sobre él y gimió bajito. Negó intentando levantarse. —Se siente bien. —respondió tomando una respiración profunda y moviéndose.
