Harry es un omega de cabello rizado y ojos verdes que comienza su nueva etapa independiente tras la mudanza de su madre debido a su trabajo.
Un pequeño problema con su alfa tóxico, lo orilla a las rejas de la infidelidad: Harry no puede lubricar a...
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"Seamos amigos, y cuando salgas haremos algo oficial entre nosotros... Mientras, seamos como hermanos".
Eso era lo último que Louis le había dicho. Y de cierta manera tenía razón, pues Anne había terminado siendo una madre para ambos.
Eso había sido hace tres meses.
Ahora, era sábado.
Un sábado que Harry había esperado durante días enteros.
Pasar meses en una habitación pequeña con nada más que una cama y un pequeño baño, con vigilancia, no había sido una experiencia que quisiera vivir otra vez... Pero debía admitir que, durante ese tiempo, había encontrado consuelo para tantas cosas de las que se sentía mal.
Podía decirse que ahora estaba emocional y mentalmente estable.
Todo un sueño.
Se encontraba en el piso, sobre un tapete, usando unos shorts pequeños y una sudadera que le habían dado... Una sudadera que Louis le había mandado, completamente marcada con su aroma.
Harry estaba feliz por eso, porque a pesar de que Louis puso ese acuerdo de ser como hermanos, había podido adquirir esas prendas de ropa llenas de aquel aroma que le hacía sentir seguro.
Su respiración era lenta, manteniendo sus piernas estiradas y concentrándose en la calma que se encontraba en su interior mientras tenía sus ojos cerrados.
Para aquel omega, el yoga se había convertido en su mejor amigo en ese tiempo cuando estaba solo, sin la presencia de Matt: Su psicólogo.
No habían pasado muchas cosas.
El día que había amanecido enfermo de gripe luego de su cirugía, se la había pasado en cama todo el día, al lado de Louis, quien solo se separaba al momento de tener que preparar comida. Luego, al día siguiente, justo el día que debía ingresar a la clínica... Louis había amanecido con la garganta rasposa y su voz ronca.
Harry contagió su gripe a Louis.
Durante aquel día, había visitado a Sofia en el hospital, despidiéndose de ella y de su madre. Después, Louis solo llevó al rizado con Maddie, donde se le había presentado a su psicólogo, un omega hombre de aromas dulces y tropicales.
Y luego... Harry solo recordaba que había besado a Louis antes de separarse de él.
Para ese punto, aquel rizado no había recibido más noticias de su familia, ni de sus amigos. Ninguna otra cosa que no fuera la pequeña sorpresa de la ropa que su alfa le enviaba; ni siquiera noticias sobre lo que le había insistido a Louis que le dijera sobre los planes que tenía luego de enterarse que Anne había perdido su trabajo.
La puerta de la habitación se abrió de golpe.
Harry abrió sus ojos y observó a aquel hombre.
Vestido de color rosa pastel, casi blanco, con piel morena y cabello medio corto con rizos marcados; Matt estaba mirando a aquel paciente.
