Harry es un omega de cabello rizado y ojos verdes que comienza su nueva etapa independiente tras la mudanza de su madre debido a su trabajo.
Un pequeño problema con su alfa tóxico, lo orilla a las rejas de la infidelidad: Harry no puede lubricar a...
obra: "the great masturbator". Salvador Dalí. 1929.
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—Si mantienes al omega en tu oficina, o en cualquier lugar de la casa que no sea la cocina, podría salir bien. —dijo Liam, guardando el último bote de Nutella dentro de la alacena.
—Todo eso, hasta que se vaya. No creo que quiera hacer algo hoy. —le respondió acercándose a la alacena mientras tenía una fresa en la mano.
Hizo que el otro alfa se hiciera a un lado para sacar el bote de Nutella recién guardado y lo abrió. Pudo casi observar cómo su amigo rodaba los ojos, pero no le importó.
Sumergió la fresa que tenía, dentro de aquel chocolate, después la llevó a su boca y cerró el bote para guardarlo nuevamente.
—¿Terminaste?
Louis asintió. —Estoy estresado, lo sabes. Te dije que no quería omegas para clases en este tiempo, los cuartos en el área me tienen lleno de trabajo y me pidieron que fuera dentro de treinta días.
—Los cuartos son unos idiotas que te explotan de trabajo. Ni siquiera entiendo su investigación, no les está llevando a ningún lado. Si quieres mi recomendación-
—No voy a cambiar mi trabajo al área de los terceros en espacio. —interrumpió. —Me gusta mi trabajo con los cuartos, es solo que hay mucho estrés porque nos vamos a prestar para tener invitados de una universidad, nos darán a sus mejores alumnos.
Liam soltó una carcajada. —¿Universitarios metidos en el área cincuenta y uno? Debería ser una broma.
El otro rodó los ojos avanzando hasta la barra de la cocina donde tenía un vaso con agua. Tomó de este y lo dejó nuevamente.
—No es buena idea del jefe.
Louis se encogió de hombros mirando al alfa de cabello rubio y corto con ojos café. —Es el jefe, es quien manda... además, no van a entrar al área, solo nos asignarán a uno para trabajar con ellos y entonces, nos ayudarán con la investigación para ver qué tan buenos son.
—Sigo pensando que es mala idea.
—Lo que es mala idea es que me hayas asignado un nuevo omega.
Liam sonrió. —Después me dirás gracias por eso.
Negó apretando sus labios en una línea. —Vete ahora antes de que el omega llegue. Yo todavía debo cambiarme de ropa a algo más formal.
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