Con una exitosa reunión, Taeyong volvió a su nuevo departamento a descansar. No le gustaba la vida que llevaba dentro de esta isla, sin embargo, ha tenido que acostumbrarse por las malas.
En un momento dado, pensó en ceder y dejar este caso como incompleto, porque no había manera de encontrar una solución o una pista que pudiese dar con su objetivo, hasta que llegó Mark, la persona indicada, creía él, para ayudarlo con este caso. En una noche habían avanzado lo que él solo no pudo lograr, y ya tenían un plan más o menos hecho. Pero primero, tenían que descartar las posibles pistas, ya que, como un buen detective piensa, se pueden encontrar pistas hasta en la suposición más insignificante.
Descartar, luego clasificar para después buscar y finalmente, encontrar. Ahora mismo estaban en el primer paso, pero al menos había logrado avanzar un poco y eso le aliviaba de una forma en la que no sabía podía ser posible.
Dejó las llaves en la entrada y se quitó la chaqueta para colgarla en el perchero. Se sobresaltó y su corazón dio un brinco cuando se encontró con Doyoung esperándolo de brazos cruzados en el salón.
—Te asociaste con Mark, ¿verdad? —Fue directo al grano, lo que tomó por sorpresa a Taeyong quien no esperaba que se enterase tan pronto.
Pero era Doyoung, era claro que iba a enterarse de una forma u otra.
Quiso negarlo, pero supo que no tenía caso hacerlo.
—Sí —admitió luego de un suspiro.
—Acabas de sentenciar tu muerte, y lo sabes. Si la agencia se llega a enterar de esto ambos saldremos perjudicados. ¿Acaso no pensaste en eso?
—¿Y qué más íbamos a hacer si no? —replicó con la misma molestia—. No había otra manera. Además, no tienen por qué enterarse si no lo escribimos en los informes. Confían demasiado en nosotros como para vigilar nuestro proceso.
Doyoung se acarició las sienes al sentir la tensión en ellas.
—¿Te estás escuchando? Suenas tal cual como un policía corrupto, como aquello en lo que nunca quisiste convertirte. —La mirada de decepción, de cierta forma, le hizo recapacitar. Doyoung se adentro en el departamento como para dar por terminada la conversación, pero Taeyong lo tomó del brazo y lo detuvo.
—Doyoung, mírame —le pidió, y sin soltar su mano y mirándolo fijamente a los ojos, le preguntó—. ¿Confías en mí?
Tardó unos segundos en responder.
—Lo hago, aunque en este preciso momento, no estoy del todo seguro.
—Tienes que confiar en mí —susurró, con la determinación predominando en su semblante—. Sé lo que hago y sé que va a funcionar. Solo tienes que seguirme la corriente y confiar en mí. Mataremos a dos pájaros de un tiro.
Doyoung ya no sabía si realmente sabía lo que estaba haciendo, o su orgullo trastocado por esos criminales que han logrado burlarse de él lo empezaban a volver loco. Y temía que probablemente pudiese ser la segunda opción. Aun así, con ese temor, dejó que Taeyong lo tomase consigo le diese un cálido abrazo y un beso en la frente para reafirmar que en él podía confiar.
Un día luego del incidente, y sus rutinas cambiaron considerablemente. Jaemin se levantaba, le daba comida a Jeno, dormía un poco más y volvía para cocinarle nuevamente. Segundo día, y Jeno ya pudo darse una ducha con cuidado de no mojar la herida en exceso. Renjun entraba y salía de casa en búsqueda de cosas, se quedaba con ellos unos momentos, y en la noche desaparecía para cumplir con sus encargos. Tercer día, y ambos notaron que, desde aquella conversación, Renjun se ha comportado extraño. Cuarto día, y Jeno ya podía levantarse de la cama. Ahora estaban en el sofá, Jaemin descansaba a su lado luego de haber limpiado su herida y checar que su nivel de sangre fuese el adecuado.

ESTÁS LEYENDO
misfit ー nomin
FanfictionSe enamoraron, hasta que ambos corazones terminaron rotos por un solo error. Ahora son fugitivos en búsqueda de una libertad, de un perdón y la sanación de desgarradoras heridas. Pero que para lograrlo, deberán aprender de su propio pasado, de sus e...