—Era solo una puta pregunta que podría habernos servido para encontrarlos. —Se quejó Taeyong mientras salían del lugar y volvían al coche. Doyoung intentó calmarlo al posar su mano en su hombro y mirarlo con compasión, pero la rabia en él era tal que hasta era visible la tensión en su cuerpo a causa de la frustración.
—Aun así no lo tenemos todo perdido —dijo Mark, llamando la atención de los dos.
—¿Cómo? Esa era la única pista que teníamos.
La carcajada que soltó Mark tomó a Taeyong desprevenido. Doyoung permanecía serio, casi molesto.
—No me hagas dudar de tu capacidad como detective, Taeyong —dijo él en un tono calmo, pero con cierto ápice de agresividad que lo hizo tensarse aún más.
—Dijo su nombre —murmuró Doyoung.
—Vaya, ahora sí me diriges la palabra —dijo Mark con sarcasmo.
Doyoung lo fulminó con la mirada para luego ignorarlo y continuar.
—Si lo buscamos por su nombre seguramente lo encontraremos. Es claro que no es un nombre común, no será tan difícil.
—¿Y por qué lo buscaríamos?
—Porque su actitud es sospechosa —replicó Mark por Doyoung—. Negarse a hablar con la policía de esa manera, llevar ese coche, que es efectivamente el que estamos buscando, y también, por la forma en la que a mí se dirigió. Son demasiadas cosas, y no creo que haya que dejarlas pasar.
Taeyong guardó silencio. De pronto se sintió estúpido por haberse dejado llevar la rabia y no notar un detalle tan importante que, si llevan a cabo y lo logran, cambiaría drásticamente todo el curso de la investigación.
—Aunque, tenemos un problema —dijo Mark justamente después de haber encendido un cigarrillo. El humo escapó de sus labios cuando articuló sus palabras, y el viento que corría a causa de la costa le remeció los cabellos con sutileza.
—¿Cuál? —inquirió Taeyong.
—Si pudiera, habríamos tomado el camino más corto y usaríamos mis métodos, sin embargo... Ya verán que aquí mis recursos son más limitados. No nos queda de otra que hacerlo a la antigua.
—O mejor dicho, como lo hacemos los detectives —dijo Doyoung, y fue el primero en acercarse al coche.
Condujeron hacia el registro civil, el lugar en donde debían consultar para saber más de este tal Renjun que se les hizo tan sospechoso. Doyoung se ofreció a ir a solas para ser más discreto, y en ese entretanto, la conversación entre Taeyong y Mark fluía como si siempre se hubiesen conocido.
—¿A qué te referías con "tus métodos"? —inquirió Taeyong una vez estuvieron a solas—. ¿Tenías algún tipo de plan?
—No específicamente, pero tengo métodos y gente que me ayuda con este tipo de búsquedas, que claro, no es de una forma convencional. Por desgracia, todo eso lo dejé en Seúl y lentamente he incorporado mi negocio en este lugar.
—¿Qué tipo de negocio?
—Cosas de las que de seguro, si te cuento y no estuviésemos asociados, me buscarías incesantemente para recibir un ascenso. —Abrió la ventana para poder botar las cenizas de su cigarro. Taeyong se quedó en silencio luego de sus respuestas. No era mucho, pero para empezar, estaba perfectamente bien.
Doyoung volvió en menos de diez minutos con un folio en sus manos.
—Esto es lo que conseguí. —Le entregó al folio a Taeyong quien fue el primero en observarlo.

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misfit ー nomin
FanfictionSe enamoraron, hasta que ambos corazones terminaron rotos por un solo error. Ahora son fugitivos en búsqueda de una libertad, de un perdón y la sanación de desgarradoras heridas. Pero que para lograrlo, deberán aprender de su propio pasado, de sus e...