Capitulo 17.

510 104 14
                                    

—¿Quién creó las drogas, tú o tu hermano, Greta Parisi?

De seguro pensaran, ¿Qué está pasando aquí?

Pues la verdad, es que he estado ocultando algunas cosas.

Siempre supe quien era la que estaba creando las drogas.

Greta Parisi, una famosa estudiante con un futuro brillante como científica, la chica que no rompía un plato, secuestrada. Era la coartada perfecta, nadie hubiera pensado que ella buscaba más de lo que tenía, ninguna persona se hubiera atrevido a dudar de su fachada impecable.

Salvo una persona que supiera un oscuro secreto que ella se esmeraba en ocultar.

Esa persona, es su servidora.

Ella está muda, casi puedo ver la expresión estupefacta que tiene debajo de esa estúpida máscara

—¿Qué? ¿Acaso la estudiante más inteligente de toda la escuela se ha quedado sin palabras?—Pregunto, sin poder evitar poner una expresión de superioridad—Ahora quítate esa horrible máscara, ya se lo que realmente eres.

Ahora es ella la que ríe, sus manos viajan hasta el cinturón que sostiene la máscara de gas y lo suelta. Dejando a la vista un rostro que reconozco al instante. Sus ojos me observan, llenos de la misma malicia de siempre.

—Dime, Ada, ¿Qué es lo que realmente soy?—Pregunta, su cara me es realmente desagradable de mirar.

—Eres una perra presumida sin talento—Respondo, con un tono burlón que la hace encabronar—Que jamás pudo tener la atención que sus padres le daban a sus hermanos por ser mejores que ella.

—¡Yo soy mejor que todos ellos!—Grita alterada, su rostro se contrae de la ira—¡Tu nunca entenderías lo que tuve que vivir!

Greta Parisi es la cuarta hija de los dueños de una enorme empresa farmacéutica. Sus padres estuvieron obsesionados con desde niña tuvo que esforzarse por sobresalir, teniendo en frente a sus dos hermanos mayores y hermano mayor. Según escuché, mato a su hermana golpeandola con una piedra en la cabeza cuando tenía 10 por un ataque de celos. Su hermana en ese entonces tenía catorce y había sido aceptada en una prestigiosa universidad. No imagino la reacción de sus padres, los pobres quedaron quebrados después de que uno de sus productos farmacéuticos mato a 10 personas y las demandas subieron a más de 10 millones de euros.

—Si, jamás entendería que clase de vida tuviste que tener para asesinar a sangre fría a tus tres hermanos—Acuso, ella apreta la mandíbula, viéndose completamente descubierta—Ah, no, la verdad es que no te paso nada malo, solo estabas celosa del talento de tus hermanos, el que tú careces.

—Yo no carezco de talento, solo necesitaba un método para sacar a la luz dicho talento—Sonrie, mientras levanta la jeringa que me había ofrecido, su expresión es una mezcla de horror y cinismo, trata de ocultar su miedo tras una sonrisa forzada, que la hace ver más loca de lo que está, si es que es posible—Despues de usar esto, pude crear la droga más peligrosa de la existencia, una a la cual hasta la mismísima Ada Stallone, la chica que volvió del infierno le teme...—Hace una pausa al ver mi rostro sin ningún tipo de expresión—¡Así que deberías estar asustada de mí, no yo de tí!

Esta chica ha estado viviendo desde las sombras desde que nació, como no podía ganarle a sus hermanos, decidió tomar otra alternativa para deshacerse de ellos, de seguro cuando entro al colegio pensó que destacaría en todos los sentidos, pero de seguro se vio opacada por todas los alumnos sumamente inteligentes que se presentaban, rápidamente sintió celos y busco cualquier método para salir arrastrándose de las sombras y destacar, y entre todas las ruines formas que tienen las personas carentes de talento verdadero, optó por la más despreciable de todas, destruir a la competencia. Empezó a secuestrar a chicas inocentes, las cuales no tenían la culpa de ninguno de sus problemas, de lo único que eran culpables era de vivir sus vidas normales. Y entre esas pobres chicas estaba Beatrice.

CAÍN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora