Capitulo 36.

329 38 8
                                    

—Hoy no tienes mucho apetito, ¿verdad Ada?

Kael es quien empieza la conversación, algo bastante curioso, yo me limito a seguir comiendo mi desayuno, tratando de ignorar a mi acompañante. Él trae puesto un traje, lo que es muy raro, porque según me dijo, no tiene compromisos hoy.

—¿Por qué estás tan formal?—Pregunto, tomando un sorbo de café—Normalmente optas por la ropa más... simple.

Se encoge de hombros, para después sonreír—Me es más fácil pelear con esa ropa, pero me siento completamente fuera de lugar contigo luciendo como una reina y yo vistiendo harapos.

Al menos concordamos en que esa ropa es horrible.

—Bien, jamás pensé que te importaran cosas tan banales como esa—Me río, dejando la taza a un lado, entonces me cruzo de brazos —Así que... ¿Cuando veré a la bestia pelear?

Kael hace silencio. Su sonrisa ha desaparecido por completo

—No pensé Ada Stallone fuera fanática de las peleas sanguinarias.

No lo soy, pero necesito saber cuál es el nivel de Kael, y por qué la gente le tiene tanto miedo.

Sonrío y hago énfasis en mi frase—Quiero saber de que es capaz mi futuro esposo.

Él vuelve a sonreír, pero está vez de una forma más maliciosa, mostrando su dentadura brillante, seguido de eso asiente en repetidas ocasiones.

—Si es lo que mi reina quiere, organizaré una reunión para la noche, te aseguro que no quedaras decepcionada.

—No lo pongo en duda ni un segundo.

Las puertas del comedor se abren, dando paso a el actual jefe, Kyros y a su hijo Kaellar, ambos nos observan casi atónitos, el padre es el primero en salir del shock aparente.

—Ada cariño, no sabes cuánto me emociona verlos a ambos desayunando como una pareja, espero no interrumpir.

No logro hablar, el ruso responde con tono venenoso—Adivina qué, ya lo hiciste ¿ahora por qué mejor no se largan?

El mayor finge no escuchar—Disculpa, pero necesito hablar contigo ahora.

—¿Es en serio?—Kael duda un segundo, para después levantarse—Espero que esta mierda sea importante.

Ambos desaparecen tras la puerta, dejándonos en el comedor a mi y a Kaellar, que sin dudarlo, ocupa el asiento más cercano a mí, sirviéndose de la comida.

—Estás empezando a sentirte mucho más a gusto con mi hermano, ¿no es cierto?

—Disfruto su atención, no lo negare.

Él ríe, como si lo que he dicho es un chiste—Creo que eres la primera mujer del mundo al que Kael de verdad le llama la atención.

Siento curiosidad—¿Qué se supone que quieres decir con eso?

—Bueno, bueno, mi hermano ha vivido asediado de mujeres, que lo buscan no solo por su estatus, sino también por su físico, por lo cual se ha acostumbrado a no mostrar ningún interés, cuando quería follar había una fila de mujeres esperándolo... claro, después de hacerlo simplemente las desechaba.

Siento un vacío en el estómago con su forma de decir "Desechaba"

Parece que nota mi incomodidad—Pero no creo que ese sea tu destino, después de todo, ha estado interesado en tí desde hace mucho.

No logro deshacerme de dudas—¿a qué te refieres con eso?

—Ah, solo es que a mi hermano le gusta mucho jugar rudo, y muy pocas mujeres son capaces de controlarlo—Me quedo atónita, Kaellar parece no importarle soltar esa clase de comentarios frente a mí, y eso me hace dudar de su credibilidad, al parecer está buscando cualquier forma de joder a Kael—Por alguna razón tenían que llamarlo bestia, ¿No?

CAÍN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora