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Capítulo 227: Loto Plateado

Decir que Loto Plateado era diferente sería quedarse corto.

Había una explosión de formas, figuras, objetos y criaturas que Raidel jamás había visto y, de hecho, jamás habría creído posible que existieran.

Una de las primeras cosas que sus ojos vieron mientras él y sus amigos caminaban al reino más cercano fue una gigantesca fugura metálica que sobrevolaba los cielos a gran velocidad. Tenía la forma de una serpiente de dos kilómetros de extensión y estaba compuesta por cientas de inmensas "cajas metálicas" que estaban posicionadas una detrás de otra, en una larga hilera ordenada, pero serpenteante.  

Alisa explicó que se trataba de algo llamado "Tren Volador", en el que los turistas paseaban a otros reinos y lugares. Y dependiendo del tren que fuera, uno podía visitar uno o dos reinos o deambular por todo el continente. También se burló de Raidel por sorprenderse de una de las cosas más simples y básicas de Loto Plateado, ya que según ella, los Trenes Voladores también existían en Colmillo Rojo.

—Tú no los has visto por andar de ciego, pero de seguro que un millar de trenes pasaron por encima de tu cabeza mientras tú estabas demasiado distraído, pensando en cómo vengar a tu novia muerta que luego resucitó o se convirtió en zombie o lo que sea —dijo Alisa sin perder la sonrisa burlona.

Pronto Raidel pudo comprobar que, efectivamente, esas cajas metálicas voladoras eran de las cosas más básicas que se podía encontrar en Loto Plateado.

No eran nada en comparación con los árboles de chocolate que bailaban y cantaban cuando caía la noche; los enormes Golems de tierra que patrullaban por los alrededores y parecían mirar con cautela a Raidel y sus amigos; las fortalezas de tres o cuatro pisos que salían a la superficie bajo el abrigo y seguridad de la luz del sol, pero que de noche se deslizaban hacia a abajo, a una posición subterránea, hasta quedar completamente cubiertos bajo tierra. Además, Raidel había visto como algunas de esas fortalezas se desprendían del suelo y empezaban a volar hacía quién sabía dónde. Alisa dijo que eran "Fortalezas Móviles", las cuales mayoritariamente eran usadas por familias nobles o adineradas que salían de paseo y que por algunas pocas semanas querían darse un descanso de sus obligaciones laborales yendo a lugares deshabitados llenos de árboles, plantas, naturaleza y hermosos paisajes. Así se alejaban por un corto período de tiempo de la rutina, los aglomerados reinos, el trabajo… y con las Fortalezas Móviles podían hacerlo de una manera bastante cómoda y segura, ya que éstas eran capaces de volar, cambiar ligeramente de forma o tamaño, ocultarse bajo la tierra, además de que venían por defecto con hechizos protectores, pero el dueño podía añadir más hechizos si así lo deseaba.

—Buen intento publicitario, lo admito —dijo Raidel cuando Alisa terminó de explicar lo grandioso que eran las fortalezas voladoras—. ¿Por qué no cambias de ocupación? Eres una guerrera increíblemente mediocre, pero al parecer no se te da tan mal la propaganda. Casi me logras convencer de que esa "fortaleza movediza" sirve para algo. Casi —esbozó una sonrisa—. Podrías ser una vendedora mínimamente respetable si no tuvieras esa extraña personalidad, sin mencionar que cuando te enfadas repeles un aura tan siniestra que incluso espantarías a tu propia madre. 

Si Raidel creyó que ya había visto demasiadas cosas nuevas el día de hoy, se había equivocado.

Apenas debieron haber pasado unos minutos cuando sus ojos se fijaron en unos pequeños insectos con amplias alas de distintos colores. En cierto modo se parecían a las mariposas, pero con la diferencia de que sus alas brillaban en la oscuridad, además de que entonaban melodías armoniosas.

✡ Guerra de Dioses y Demonios 3: El Torneo de las Mil EscuelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora