Capítulo 335: El Interior de la Ciudad
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Misha y los Siete Guardias Reales se adentraron en la niebla y empezaron a correr a gran velocidad por el árido suelo de tierra. La niebla era tan densa que no podían ver nada a su alrededor; nada más allá de los diez metros de distancia. Eso, sumado al bullicio estruendoso de la batalla que se escuchaba en todas las direcciones, provocaba una sensación bastante inquietante.
Misha era sorprendentemente rápida. Los demás luchaban para seguirla. Algunos incluso ya estaban jadeantes y sudorosos, pero a la princesa ni siquiera se le había acelerado la respiración. Lezard y Delos pensaron que seguramente podía correr aún más rápido, pero les estaba “esperando” a los demás.
Misha no los llevó en línea recta, sino que recorrió varios centenares de metros hacia la izquierda antes de volver a avanzar a la ciudad. Antes había visto cómo los cinco demonios más poderosos entraban a la ciudad, uno por cada lado, y ella no tenía muchos deseos de encontrarse con ninguno. Con algo de suerte, los guerreros de Lazathor matarían a uno o varios de ellos.
El estrépito de la batalla era audible desde todas las direcciones y todos los ángulos. Incluso se escuchaban arriba, en los aires. Misha y los demás estaban preparados para el inminente enfrentamiento.
Los primeros enemigos en aparecer fueron esos horribles árboles marchitos y retorcidos que se movían de manera deforme y aullaban cosas incomprensibles. Cincuenta de ellos los rodearon y extendieron sus ramas hacia los ocho invasores para desmembrarlos en pedazos y luego comérselos.
—¡Protejan a la princesa! —rugió Fanon, tomándose muy en serio su trabajo.
Los Guardias Reales atacaron los árboles. Delos y Keller conjuraron flechas mágicas. Lezard creó dos espadas de Xen en sus manos. Los gemelos formaron hachas de doble filo. Y los demás los atacaron a puño limpio.
Esperaban destrozar los árboles con uno o dos ataques, pero para su sorpresa, los árboles apenas quedaron con unas cuantas ramas rotas… y ahora parecían más furiosos.
—¿Qué diablos? —dijo Fanon, agachándose para esquivar una rama que salió disparada como un látigo hacia él. Retrocedió rápidamente y observó que más árboles habían aparecido. Formaban una especie de círculo a su alrededor, sin brechas ni aberturas. Entonces abrió la boca y exclamó—; Protejan a la…
Pero se detuvo al ver como una figura pasaba por su lado como un rayo y se dirigía hacia la masa de diabólicos árboles. Los eludió y pasó a través de todos ellos con una facilidad imposible hasta quedar fuera del círculo. Todo eso apenas ocurrió en un parpadeo.
—No podemos quedarnos a jugar con estas criaturas —dijo Misha fuera del círculo—. Cada vez vendrán más y más. Es una pérdida de tiempo y energía.
—¿Qué estabas diciendo antes? —le dijo Varlen a Fanon—. Creo que más bien ella es la que nos protege, ¿no?
Fanon hizo una mueca.
Los Guardias Reales se apresuraron para seguirla.
Lanzaron poderosos ataques contra los árboles para así crear aberturas por las cuales pasar.
Lezard y Keller fueron los primeros en salir del círculo de árboles. Cada uno aniquiló seis árboles.
Luego Fanon y Delos salieron del círculo. Apenas lograron eliminar un árbol cada uno, aparte de romper muchas ramas de otros árboles.
Y luego salieron los demás, quienes también destrozaron un árbol cada uno.
Todos empezaron a correr por aquel suelo árido de tierra. Podían escuchar como los árboles los perseguían detrás.
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 3: El Torneo de las Mil Escuelas
Adventure✡ Tercer volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios". Este libro abarca la continuación de la historia desde el capítulo 201. El Torneo de las Mil Escuelas es el evento más grande y prestigioso que se celebra en Loto Plateado y, como tal, se r...