Capítulo 327: Interludio
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La vida en el Monte Eleanor era bastante apacible. Lejos de las guerras y conflictos que azotaban el continente, la gente de aquel monte vivía en relativa paz. Allí se erigía una pequeña comunidad independiente. Un poblado autosuficiente. Cosechaban su propia comida, cazaban animales pequeños, recolectaban semillas y frutos, tejían su propia ropa… En cierto modo estaban aislados del mundo exterior. Y no mostraban mucho interés en contactar con la gente fuera del monte. No era simple apatía, sino seguridad. Desde tiempos antiguos, los ancianos del Monte Eleanor aseguraban que el mundo exterior era un lugar terrible y peligroso; más aterrador que cualquier pesadilla que uno pudiera tener. Cada noche, frente a la hoguera, los ancianos contaban historias de los monstruos que acechaban fuera del monte: diabólicas criaturas sedientas de sangre armadas con toda clase de poderes sobrenaturales tales como controlar elementos o alterar el clima. Y solo usaban dichos poderes con un único propósito: causar más muerte, sufrimiento y destrucción.
—El mundo exterior es una horrible pesadilla —decían los ancianos—. No hay paz. No hay armonía. No hay prosperidad. Solo caos. Millones de criaturas perversas matándose entre sí. Es todo lo que hay.
Aquella mañana era tranquila y serena como cualquier otra. El sol brillaba en el cielo, bañando el monte con su calidez dorada. La gente estaba dedicada a sus trabajos y ocupaciones diarias cuando de repente vislumbraron una larga mancha oscura en el horizonte que se acercaba hacia ellos.
Los habitantes quedaron horrorizados al observar lo grande que era aquella mancha. Les tomó su tiempo darse cuenta que no era una sola mancha, sino centenares de miles de ellas que cubrían el cielo como un gigantesco enjambre de abejas, sin apenas dejar una abertura al descubierto. Poco a poco el cielo empezó a oscurecerse como si un manto negro se desplegara entre la tierra y el sol.
Creyendo que el mundo había llegado a su fin, los habitantes del Monte Eleanor se refugiaron en sus chozas y suplicaron clemencia a sus dioses. Desde las ventanas de éstas pudieron ver el avance de dichas manchas. Cuando se aproximaron lo suficiente, un espantoso coro de aullidos, rugidos y cánticos demoníacos resonó desde el cielo con una intensidad cada vez mayor a medida que se acercaban.
Llegados a este punto, las manchas habían cubierto todo el cielo, por lo que la oscuridad allí abajo era casi absoluta como si se estuviera desarrollando un eclipse. Algunos notaron que cada mancha debía tener el tamaño de un elefante. Y todo el cielo estaba cubierto de ellas. Sabían que este era el fin. Los monstruos del “mundo exterior” finalmente habían venido a aniquilarlos.
Sin embargo, los monstruos pasaron de largo. En todo el trayecto no dejaron de rugir y balbucear blasfemias con unas voces guturales, demasiado siniestras para ser humanas, provocando ecos de horror que envolvían el aire en un escalofriante frío.
Tuvieron que pasar diez minutos para que los monstruos se alejaran y desaparecieran de vista en el cielo. Y cuando lo hicieron, la luz del cielo volvió a iluminar el Monte Eleanor.
Aquellos fueron los diez minutos más largos y aterradores que los habitantes habían experimentado jamás.
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El ejército se componía por centenares de miles de guerreros: humanos, demonios, bestias mágicas… e incluso muchos esclavos como Ogros, trolls y minotauros.
Todos ellos formaban un gigantesco manto en el cielo de kilómetros y kilómetros de extensión que se movía conjuntamente hacia el sur.
—¡Siiiiii! Al fin podré demostrarle mi verdadero poder, princesa —decía Fanon, haciendo que los demás le quedaran mirando con vergüenza ajena—. ¡No tiene nada de que temer! ¡El gran Fanon la protegerá hasta el final! No dejaré que nadie le ponga un dedo encima. ¡Lo juro por mi honor!
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 3: El Torneo de las Mil Escuelas
Adventure✡ Tercer volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios". Este libro abarca la continuación de la historia desde el capítulo 201. El Torneo de las Mil Escuelas es el evento más grande y prestigioso que se celebra en Loto Plateado y, como tal, se r...