ROBIN ARELLANO

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I LOVE YOU ROBIN


Narra Rose:

Hoy era día de escuela y eso significa tortura, aun que por otro lado estaba Robin Arellano él era perfecto, digamos que era mi razón de asistir a la escuela al igual de que era mi amigo, además tenía que pasarle las tareas y algunos apuntes de matemáticas, es lo que normalmente se le dificulta.

Estaba llegando a la escuela en el camino al salón saludaba a algunas personas conocidas, ya que compartía clases con algunas de ellas.

Me adentre al salón de matemáticas, y me senté en donde siempre, estaba esperando ver a Robin entrar, y cuando creí que era el, me desanime al ver al profesor, no veía a Robin desde el viernes y bueno creo que es normal querer verlo. Robin no llego a clase de matemáticas ese día.

Estaba en clase de biología cuando la puerta se abrió dejando ver a la directora.

-Buenos días profesor, solicitan a Rose Evans en dirección - habló la directora mientras me señalaba con la mirada.

-Señorita Rose vaya - dijo el profesor, a lo que yo me levante con una mirada de confusión, camino a dirección en mi mente trataba de descifrar si había hecho algo malo, pero no.

Al entrar a la dirección, me di cuenta que habían dos oficiales sentados, uno de ellos me dijo que tomará asiento y así lo hice.

-Señorita Rose, nosotros estamos aquí para hacerle unas preguntas y queremos que las responda con sinceridad - dijo uno de ellos con seriedad a lo que yo asentí, honestamente estaba nerviosa porque no sabía que hacía allí.

-¿Cuando fue la última vez que vio a Robin Arellano? - me cuestionó a lo que yo me confundí pero aún así conteste

-El viernes al salir de la escuela, ¿por qué? - pregunté confundida, rezando para que no le hubiera pasado lo que tenía en mente, si bien hace unas semanas empezaron los secuestros por parte de un tipo llamado el raptor.

-Robin Arellano no aparece desde el sábado por la tarde, y queríamos saber si usted tenía idea si podría estar en algún lugar - dijo el oficial con una mirada neutra

-yo... lo vi en la salida de la escuela, fue la última vez - dije mientras un nudo en mi garganta se formaba y mis ojos se cristalizaban, estaba en shock, no sabía que hacer.

-¿Está segura?, mire señorita Rose nuestras sospechas arrojan a que Robin fue secuestrado por el raptor - dijo este con algo de desesperación, ¿pero que carajos quería que le dijera? ¿que yo lo tenía en mi casa escondido?.

-¡Si yo lo supiera creen que hubiera reaccionado así!, y déjenme decirles que en vez de preguntarle a una niña tendrían que estar buscándolo, por dios lleva perdido casi dos días y hay un maldito psicópata secuestrando niños y ustedes se detienen a preguntar, son unos malditos oficiales de mierda - dije con enojo en mi voz mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

La directora dejó que me fuera y me dirigí al salón por mis cosas, ya que la clase había terminado, ese día no tomé más clase y solo me la pase en el baño llorando, me sentía tan inútil al no poder hacer nada por Robin y lo que me hacía sentir más miserable era que no pude decirle lo que sentía por el.

Había pasado una semana de eso, cada día que tengo la oportunidad salgo a ver si hay algo que ayude con la investigación al igual que paso casi todo el día viendo la televisión con la esperanza de que dijeran que Robin apareció, pero eso no pasó. Además hace unos días desapareció Finney Blake él es un gran amigo de Robin, él se la pasaba hablando cosas buenas de Finney al igual que siempre trataba de defenderlo, su amistad era la mejor ante mis ojos.

Hoy era uno de esos días que estaba viendo las noticias, hasta que dijeron que había aparecido Finney, no lo pensé mucho y sólo me dispuse a correr hacia la dirección mencionada.

Al llegar vi a Finney y le pregunté si se encontraba bien, cuando pregunté por Robin el solo negó con la cabeza, al saber lo que significa sentí como mi corazón latía muy rápido y dolía mientras mis piernas empezaban a debilitarse y las lágrimas sólo salían sin poder detenerlas, en ese momento vi como sacaban los cuerpos, al ver el de Robin solo pude sentir mis rodillas chocar con el suelo y sentir mis mejillas húmedas y en ese momento solo se escuchaban mis sollozos y lo que los oficiales decían.

Me arrepiento de jamás decirle lo que sentía a Robin, él siempre está en mi mente cualquier día a cualquier hora, siempre lo extrañaré como aquel chico que hacía mi corazón latir cómo si fuera a explotar, él que tenía la dicha de hacer un remolino mi estómago y sonrojar mis mejillas con solo un cumplido por más simple que fuera.

ONE SHOTS - THE BLACK PHONE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora